Sindicales
8/7/1999|634
Victorias en Perkins y Renault: lucha en Fiat

Seguir
"Cuando los trabajadores acababan de decidir la toma pacífica de la planta, la empresa llamó a los representantes gremiales y se produjo la comunicación oficial llamando a una conciliación... los gremialistas plantearon la necesidad de la reincorporación de los 12 despedidos, quienes efectivamente retornaron a sus tareas hoy" (La Voz del Interior, 1/7).
Así, la crónica periodística dio cuenta de lo que sucedió el miércoles 30 en la fábrica Perkins, donde la patronal pretendía un quite salarial del 12%. Ante el rechazo de los trabajadores, la patronal comenzó a llamar uno por uno a los compañeros, pero una asamblea resolvió que serían acompañados por un dirigente del gremio. Finalmente, el despido de 12 trabajadores llevó a la decisión de ocupar la planta y al rápido recule patronal. Una primera batalla ganada.
En Renault, una asamblea de 1.600 trabajadores rechazó el chantaje patronal de reincorporar a los 240 trabajadores suspendidos a cambio de la creación de un banco de horas para ajustar la jornada laboral, el salario y desconocer el pago de horas extras. En Renault hay una batalla por los ritmos de trabajo. En abril, un paro de una hora obligó a la empresa a retomar a 70 suspendidos y bajar los ritmos; pero ahora la patronal decidió no fabricar el "Master" en Santa Isabel, porque "el establecimiento debía mejorar sus condiciones de productividad" (ídem, 26/6). La burocracia de Campellone repudió la decisión de rechazar el banco de horas. Según Dragún, secretario adjunto, "los compañeros (por los suspendidos) quedaron muy mal porque no esperaban una respuesta como la que recibieron" (ídem) y toda la prensa patronal habló de "falta de solidaridad" de los trabajadores en actividad. Pero, a los pocos días, Renault tuvo que reincorporar a los suspendidos de inmediato sin bancos de ninguna clase.
A las victorias de los trabajadores de Renault y Perkins debemos sumar la negativa de los de Fiat a aceptar el nuevo convenio firmado por el Smata y a exigir, en cambio, un inmediato aumento salarial del 32% (equiparación con Renault, ver Prensa Obrera Nº 631).
Estas victorias muestran que es la oportunidad para una lucha de conjunto por la reincorporación de los suspendidos y despedidos y el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; por el aumento salarial y un básico común que tome como base al básico más alto; por la derogación de los convenios y actas negreras; y por la elaboración de un convenio único con paritarios elegidos por asamblea, mandatados y responsables ante ésta.