Sindicales

22/7/2004|851

Villa Amelia – Libertad

A más de un mes de ese 12 de abril denominado por nosotros “El Micrazo” de Plaza de Mayo, aquí estamos unidos tratando de sobrellevar la lucha lo mejor posible hasta el momento en que termine el conflicto y un conjunto de empresas agrupadas se haga cargo de la línea hasta la licitación definitiva.


Un día de lucha y trabajo para nosotras es, aparte de acompañar y sostener la fuerza de nuestros maridos y compañeros, darles a los hijos de todos, que vienen a comer al mediodía, darles de tomar la leche a la tarde, y por la noche, lo mejor de hacer podamos hacer para comer. Amasamos tortillas, rosquitas, tratamos que con aquello que nos donan lo más rico que podamos. Sobre todo los días domingo, cuando se proponen actividades para toda la familia, con las propuestas de bailar, contar cuentos, jugar a las cartas y lograr así un momento de distensión. Ya que la semana es netamente de trabajo, porque hay que generar cosas que nos permitan contar dinero para comprar medicamentos, pañales… en especial para algunos compañeros que están más necesitados que otros. Fundamentalmente en lo que hace a la diaria alimentación, tratamos que no sólo sea una comida al día, sino las cuatro.


Se monta en la semana la venta de choripanes, tortillas y rosquitas. Los domingos tenemos la feria comunal, y allí nos instalamos con un colectivo y carteles, lo cual nos generó, a través de la venta de milanesas y rosquitas, otra entrada más.


No sólo estamos haciendo cosas cotidianas, fue toda una nueva experiencia estar en las asambleas donde participan todas las cabeceras, y acompañar con nuestra bandera de “Comisión de Mujeres”. Reclamamos y obtuvimos el derecho a voto, y participamos de todas las marchas a Plaza de Mayo, donde llevamos nuestra alcancía para el apoyo al Fondo de Huelga, como también a las universidades, hospitales y distintos gremios.


Comenzamos esta lucha convencidas de que teníamos que estar al lado de nuestros compañeros; que juntos la lucha se hace mucho más llevadera, y que de aquí en adelante seguiremos firmes hasta asegurar el triunfo, unidas con todo aquel que necesite nuestro apoyo, con la convicción de que esta lucha no la vamos a perder.


Claudia, Celeste, Cristina, Elsa, Fabiana, Marcela, Mary, Margarita, Sandra, Silvia, Susana y Teresa