Sindicales

20/7/2017

Villa Constitución: plan de lucha en Acindar por el salario


En Acindar Villa Constitución crecen la bronca y la disposición de lucha entre los trabajadores.


 


El miércoles 19, el cuerpo de delegados, la comisión interna, la directiva y un grupo de compañeros organizaron un piquete en los portones de la fábrica bloqueando la entrada y salida de camiones y retrasando el ingreso de los administrativos. Mientras tanto dentro de fábrica se mantenía el corte de horas extras.


 


Se está reclamando la aplicación de la paritaria al sueldo conformado del 25% y no del 23% como lo firmó Calo.


 


El año pasado, por el contexto de ese momento (había suspensiones) se había cerrado el sueldo conformado un 4% por debajo del porcentaje de convenio.


 


Ahora, esta aplicación nos llevaría nuevamente a perder conquistas históricas o diferencia salarial por la implementación de nuevas tecnologías o métodos de trabajo.


 


El descontento de los compañeros se profundiza día a día debido a que la Empresa quiere aprovechar el contexto nacional, de ofensiva del macrismo y de las patronales, buscando imponer la flexibilidad laboral, reducir planteles y perseguir compañeros mediante el Servicio Médico.


 


La bronca quedó demostrada con el corte de horas extras que fue masivo e inquebrantable más allá de la presión que metió la empresa. Esta situación que moralizó más aún a los compañeros.


 


El viernes 30 una masiva asamblea general había ratificado la continuidad del corte de horas extras.  Se informó el impacto de la medida en la semana, que produjo múltiples paradas en los sectores de Laminación y Alambres y demoras en acería y se reforzó el mensaje de unidad en la acción. En la Asamblea se dio mandato al cuerpo de delegado para organizar otras medidas que profundizara la lucha. El mejor momento para luchar no es cuando hay más o menos producción sino cuando peleamos unidos y hoy es ese momento.


 


Frente a la generalización del descontento, el ministerio de trabajo decretó la conciliación obligatoria para frenar una tendencia a la profundización de la lucha. Pero esta historia va a continuar.