Sindicales

28/3/1996|487

Villa Lanzone

La Comisión de Jóvenes y Trabajadores Desocupados del Barrio Villa Lanzone, de San Martín (PO-481) se ha perfilado en poco tiempo como una decidida tentativa de organizar la protesta y la lucha contra esta calamidad capitalista.


Sintéticamente: se recogieron más de mil firmas; se desenvolvió una intensa agitación con volantes, pintadas y un boletín. Se emitieron varios comunicados de prensa y se conquistó un cierto protagonismo en los medios radiales. Por último, se inició una ronda de entrevistas con los bloques del Concejo Deliberante, que tuvo una amplia difusión.


Se ha proyectado la existencia de la Comisión hacia otros barrios cercanos e incluso hacia el resto del distrito (por ejemplo, en el aledaño Barrio Independencia). La posibilidad de un proceso de “organización de los desorganizados” desvela el sueño de los funcionarios.


El recurso de ‘apretar’ a la sociedad de fomento que cedió el lugar para las primeras reuniones, exigiéndole ciertos impuestos (“si no tienen la guita, pidánsela al PO…”, fue el mensaje de los inspectores municipales) no impidió, por lo pronto, que casi cuarenta vecinos, ignorando el aire caliente de la tarde del sábado 17 ocuparan el baldío que hace las veces de plaza, convocados por la Comisión para discutir la marcha de su actividad.


La deliberación de la asamblea permitió constatar en qué medida el programa de la Comisión se corresponde con las necesidades y la disposición de los trabajadores. La ‘perversión impositiva’ del municipio, que factura 600, 1.000 y hasta 1.200 pesos por servicios inexistentes (como el famoso alumbrado, barrido y limpieza) y los cortes cada vez más frecuentes de Edenor, cuyos camiones han empezado a chocar en algunas barriadas con verdaderas ‘intifadas’.


Los concejales se comprometieron a acordar con la Comisión la presentación a la brevedad de un proyecto que transfiera todas las deudas y próximos vencimientos de las familias sin ingresos a la municipalidad. La cuestión del seguro de 500 pesos fue, sin embargo, tajantemente desestimada por ‘inviable’ y hasta ‘irresponsable’, según las palabras del señor Alonso, presidente del bloque, que no obstante se abstuvo de hacer cualquier propuesta alternativa. Tampoco es posible para los concejales considerar el perdón impositivo, salvo que… el reclamo se dirija en beneficio de las Pymes.


Es decir que el Estado no puede poner guita para mitigar las penurias de los trabajadores que han sido privados de su empleo, pero sí para los empresarios y para los pulpos como Edenor. Clarito.


De cualquier modo, el compromiso de gestionar una presentación común (algo impensable en circunstancias ‘normales’) y el reconocimiento de la Comisión como portavoz de las demandas de la población más oprimida, son una conquista que refuerza la lucha por el resto de las reivindicaciones.