Trabajadores y trabajadoras del empaque, de la bodega y de las cámaras de frío que llevan 6 meses sin cobrar completamente lo que se les adeuda de la temporada 2020 realizaron una protesta y un piquete por alrededor de una hora frente a la fábrica La Reginense. Luego, dicho sector se planteó en asamblea realizar una convocatoria para esta semana en la Secretaria de Trabajo de Villa Regina para darle continuidad al reclamo y la lucha. En esta tradicional fábrica, que suele dar decenas de puestos de trabajo todas las temporadas, funcionan un empaque, una bodega, cámaras de frío y un sector de comercialización y venta. La intervención provincial de Juntos Somos Río Negro (acompañada por la gestión peronista del anterior gobierno) que designó a José Pérez como interventor terminó por ser una maniobra para salvar a la patronal vaciadora, no dar a conocer los libros contables y operar contra los y las trabajadoras. Ahora, a días de arrancar una nueva temporada, se ha vuelto a conformar la nueva patronal mediante mecanismos que han sido declarados irregulares y que ha tomado vuelo provincial.

El conflicto

La patronal conformada como cooperativa que estuvo al frente de la fábrica hasta la temporada 2019 presentaba, entre otras tantas irregularidades, su propia conformación. Es decir, funcionaba y recibía subsidios estatales teniendo menos de la cantidad de socios exigida por la ley. Esto provocó que fuera intervenida de cara a la temporada 2020, que venía a poner blanco sobre negro en cuanto a las cuentas de la misma, y que provocó la eyección del gobierno de Osvaldo Rampelloto, hasta ese momento director Provincial de Cooperativas y Mutuales.

La intervención provincial a cargo de José Pérez que supuestamente iba a blanquear la situación financiera de la fábrica, nunca ocurrió. Fue el propio interventor que alquiló los servicios de dicha fábrica a las empresas Emelka, Hernández y Zavecom durante la temporada 2020, que produjeron y se fueron debiendo salarios a los y las trabajadoras. Fue la lucha y la movilización desde el empaque al poder político local que conquistó que el estado provincial se haga cargo de una parte de las deudas. Hoy peligran más de 60 puestos de trabajo para la temporada 2021 y, en muchos casos, se siguen adeudando salarios. Hay que agregar que en medio de la pandemia, en un sin fin de casos, no existe cobertura de obra social.

En este cuadro, las conducciones de Soefrnyn (Sindicato de Obreros y Empacadores de la fruta de Río Negro y Neuquén), la de Stihmpra (Sindicato de Trabajadores de la Industria del Hielo y Mercados Particulares), la de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas) y la de Faecys (Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios), que confluyen en la misma fábrica, han sido cómplices de esta política antiobrera. Todas han dejado pasar irregularidades sin haberlas denunciado. Los subsidios que recibía la anterior patronal de manera irregular, que se dio el gusto de desviar millones de pesos que hoy le deben a las obras sociales (como la del empaque), son prueba de ello. Fue el propio Marco Bielma, secretario general del empaque, que en una entrevista dijo: “La deuda de la patronal es millonaria”. Esta situación se suma a las deudas por más de 6 meses a trabajadores; en La Reginense, se encierra una ecuación que beneficia a la patronal, vieja o nueva, y al Estado. Las actuales conducciones de los sindicatos mencionados han sido una pata central, sino no se entiende como pueden estar de brazos cruzados mientras la patronal y el propio Estado atacan a los y las trabajadoras sacando derechos adquiridos o debiendo salarios.

 

 

Una salida

El piquete de lucha del domingo ha sido una medida, como denominaron varios trabajadores, autoconvocada. Un trabajador de las cámaras de frío manifestó a Prensa Obrera que “no podía ser que las actuales conducciones de los sindicatos se llevaran los laureles de una lucha que ya han abandonado”.

Se corrobora así como las bases intentan quebrar mediante los métodos históricos de la clase trabajadora la contención de las burocracias sindicales, que de conjunto acuerdan con que la crisis la paguemos los y las trabajadoras, porque hace meses deberían haberse encargado de solucionar este conflicto. La medida fue también, aunque moderada, un frente único de lucha intersindical de la fábrica La Reginense, evidenciando que la clase obrera busca unirse para buscar una salida.

Esta semana y luego de comenzar a realizar entrevistas radiales denunciando la situación y la incertidumbre que atraviesan frente a la nueva temporada, el reagrupamiento se ha planteado marchar y autoconvocarse en la Secretaria de Trabajo de la localidad a fin de entregar un petitorio y exigir respuestas. Los y las trabajadoras se han dado cuenta que tienen que reagruparse y convocar al resto sin importar los sindicatos y las tareas que realizan. Este agrupamiento tiene que organizarse, defender y luchar por los puestos de trabajo. Darse por despedidos puede terminar siendo un callejón sin salida. Arrancar un compromiso de la patronal y El estado para la temporada 2021 solo podrá conseguirse si la unidad de los y las trabajadoras se produce en las calles. Todo el apoyo.

 

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