Sindicales

19/8/1999|638

Viva la lucha conjunta de docentes y estatales

Concluido el período de “conciliación obligatoria” (aceptado en su momento por las asambleas con el argumento de que había que evitar la ilegalidad que, de otro modo, decretaría la Secretaría de Trabajo), los estatales volvimos a la huelga por tiempo indeterminado. En un masivo plenario conjunto con Aten y al calor del trabajo realizado por los delegados opositores a su conducción, este gremio también se sumó a la huelga por tiempo indeterminado. En ese mismo plenario se resolvió apuntalar la huelga con el corte de los puentes que unen Neuquén con Cipolletti.


La directiva de Aten Capital y su representación en la directiva provincial se oponían a la medida. En la seccional Capital y en alguna otra que dirige esta fracción, se convocaron a asambleas para obtener un mandato contra la medida decidida en el plenario. Les fue mal: en Capital, la moción de cortar el puente junto con ATE ganó ampliamente la votación.


Otras seccionales que no responden a la provincial también votaron en igual sentido, algunas de ellas muy grandes como Zapala, Centenario, etc.


Las bases, en asamblea, dieron un claro mandato. Pero la misma directiva que reclamaba ‘organicidad’ como excusa para no luchar en la etapa anterior, tampoco lo hizo en esta ocasión.


Un nuevo plenario conjunto, que se reunió para organizar la ida al puente y una marcha provincial, reclamó de Aten un apoyo que banque la permanencia con carpa, comida, sonido, etcétera.


La directiva de Aten Capital, hacia el final del plenario, condicionó su apoyo al corte del puente a lograr un cupo (para ellos inalcanzable) de masividad de la marcha provincial. Hablaron de 1.500 compañeros.


La convocatoria a la marcha les propinó otra rotunda derrota: más de 3.000 compañeros, junto a muchos sectores de la población, marchamos hacia el puente.


Allí se comenzó con cortes progresivos del puente de varias horas en los horarios pico, hasta desembocar el viernes 13 (previo al fin de semana ‘turístico’) con el corte total. El jueves al mediodía, se convocó a una reunión trucha con los presidentes de los bloques en la Legislatura, con la finalidad de debilitar el corte.


Se produjo un debate si adelantar el corte total para ese jueves a la tarde o convocar a más compañeros para el día siguiente. Se realizaron asambleas en el puente de ATE y Aten. Ambas asambleas votaron por unanimidad, luego de un importante debate, convocar para el viernes.


Carnerean otra vez


Aten decidió concentrar en el centro y marchar al corte del puente. El propio viernes, los periódicos publicaron una solicitada de Aten convocando en este sentido. Pero, en una decisión de trasnoche, los fanáticos de la ‘organicidad’ (Obregón-De Luca y la directiva de Capital), resolvieron que Aten no iría al puente “para no exponer a los docentes a una represión”.


Una vez más (y van muchas) estos dirigentes jugaron a favor de Sapag.


Centenares de docentes fueron al puente por sus propios medios. Allí unos 2.000 compañeros lo cortamos cerca del mediodía, bajo un impresionante operativo policial que había cercado toda la zona. “La represión … llegó de parte de la Despo (policía antimotines) que, sin previo aviso, comenzó a lanzar gases lacrimógenos… y cientos de balas de goma” (Río Negro, 14/8).


Los diarios informaron también que el operativo fue dirigido “directamente por personal de la mayor jerarquía” y se utilizó “el mejor armamento… con bombas de gases nuevas y de fuerte poder” (ídem).


Además, “otras fuentes policiales aclararon que ‘actuamos así porque contamos con todo el apoyo del poder político’…” (ídem).


Sapag, en el final de su mandato y de su vida política, pretende escarmentar a los trabajadores. Pero a él también le salió mal la cosa. Los trabajadores enfrentamos a su policía ‘brava’ armada hasta los dientes, la hicimos recular más de una vez y no nos disolvió. Luego de los enfrentamientos dentro del barrio Sapere (donde gasearon a la población a mansalva), volvimos al centro encolumnados y cantando consignas contra el gobierno.


Ya en el centro, en el Monumento a San Martín, se realizaron asambleas para decidir hacia dónde marchar. En la asamblea docente fue duramente increpada Obregón y Cía. (que aparecieron allí) y se les pidió la renuncia a viva voz.


Todos contra Sapag


Se decidió marchar a Casa de Gobierno a repudiar al jefe de los represores: Sapag. Apenas estaba llegando la columna cuando, desde el interior, se lanzaron granadas de gases, con lo cual se originó un enfrentamiento que luego se extendió a todo el radio céntrico de la ciudad.


Grupos de manifestantes apedrearon un concesionario de autos, la AFJP Máxima y el Citibank (al grito de ¡Argentina!).


La unidad de ambos gremios por la base elevó la movilización en un plano político superior. Un aire de “Cordobazo” pasó el viernes 13 por las calles de Neuquén.


Para hoy, a las 18 horas, estaba convocada una nueva marcha de repudio a la represión y se mantiene la huelga en los sectores operativos que trabajan por turno también los fines de semana (hospitales, Epen, etcétera).


14/8