Sindicales

26/6/2020

Viva la lucha de los municipales de Capital

El 30/6 sumate al ruidazo en apoyo a su lucha

Equipo del PO Ciudad

Los trabajadores municipales de la Ciudad de Mendoza llevan más de tres semanas impulsando un plan de lucha por mejoras salariales y laborales, incluso enfrentando la represión del gobierno.


Desde la vendimia departamental, vienen reclamando por aumento salarial. Este proceso se está dando por fuera de la anquilosada conducción de Dugar Chappel (actual concejal radical) del Soem (sindicato de municipales). 


Las constantes movilizaciones, retenciones de servicios, paros y sentadas en la explanada del municipio son un hecho novedoso en un municipio donde siempre gobernó el radicalismo que pocas veces vivió un levantamiento de sus empleados.


Los salarios municipales apenas superan un plan social. La categoría A con contrataciones temporarias cobra un sueldo de $15.000 y la categoría B que es la planta permanente arranca con sueldos de $20.000, en una provincia donde la canasta familiar a mayo de 2020 estaba en $39.000. 


Pero a esto debemos añadir las condiciones humillantes de trabajo por la extrema precarización e inestabilidad laboral; las deudas por préstamos contraídos con el mismo sindicato que los entrega paritaria tras paritaria; la constante y divisionista pelea por las horas extras para aumentar ingresos; o la diferencia salarial con quienes trabajan para la tercerizada de limpieza. A esto se sumó la falta de elementos de protección en el inicio de la pandemia, ya que los municipales no dejaron de recolectar la basura, organizar el tránsito o limpiar las calles, etc. y aún resta que cobre el personal sanitario el miserable bono covid de $5.000 en dos cuotas.  


En los barrios del oeste donde viven las familias de los trabajadores municipales de las categorías más castigadas, las obras y servicios públicos (La Favorita, Olivares, Flores, Santa Rita, San Martin) no existen, incluso el zanjón que los unifica se está convirtiendo en un basural a cielo abierto por la desidia de la intendencia. La falta de agua es una constante. Las salitas fueron desmanteladas en sus servicios por la readecuación ante el covid19. La limpieza, obra pública y servicios se concentran en las zonas céntricas o de mayor ingreso económico. 


La carga tributaria es asfixiante en los que menos espalda tienen. El cierre de locales y la desocupación crecen, y las ferias que antes de la pandemia eran una changa ahora se vieron afectadas. 


Todo esto, más los constantes anuncios amenazantes del intendente Ulpiano Suárez de no cobrar el bono covid o el aguinaldo en tiempo y forma, fueron un cúmulo de vulneraciones que hicieron explotar la bronca y acción de los munis. 


El intendente trata de desacreditar la lucha de los municipales atribuyéndole un móvil político  -un internismo de pejotistas vs. radicales dirigido por burocracias sindicales que responden a ambos bandos- de ésta manera argumenta su rechazo a la apertura de paritarias. 

Ulpiano Suárez continúa la gestión municipal con la misma desidia, criminalización de la protesta y obsesivo control de los espacios públicos que su antecesor Rodolfo Suárez, ahora gobernador provincial. Niega también los reclamos urgentes del Polo Obrero por comida, asistencia de kits de higiene, limpieza sistemática de los barrios del oeste y baterías de ollas para los comedores.


Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con la lucha municipal y convocamos a todos los vecin@s de la Ciudad de Mendoza a solidarizarse con su reclamo participando de un ruidazo el próximo 30/6 a las 18hs desde las casas, que se sienta fuerte en los barrios de los obreros municipales éste apoyo.