El Frigorífico Euro, que se encuentra en la ciudad obrera de Villa Gobernador Gálvez, fue tomado por sus trabajadores frente a un brutal vaciamiento por parte de la patronal, con deudas salariales, despidos y la decisión de la empresa de desaparecer en medio de este cuadro de crisis.

Villa Gobernador Gálvez es conocida como la capital nacional de la carne, porque es un gran polo de la industria frigorífica. En ella se concentran los grandes monstruos de la industria como Swift, Paladini, Sugarosa, y la tripería Euro, entre otras.

El frigorífico Euro viene de años de vaciamiento. La pelea entre empresarios, solo para defender sus ganancias, ha llevado a la histórica tripería al filo del cierre total. La firma pertenecía a la familia Lequio. Hace 3 años aproximadamente, un grupo inversor a cargo de Guillermo Salimei y Néstor González entre otros, se hizo cargo del frigorífico por una deuda que la Familia Lequio no pagó. Estos empresarios marplatenses llevaron a que hoy el frigorífico esté parado totalmente, con más de 47 despidos, con desconocimiento de las conciliaciones obligatorias y deuda salariales con los trabajadores. Una estafa con todas las letras, donde en medio de los negociados, están en juego 160 familias obreras.

Los trabajadores, algunos con hasta 20 años de antigüedad, están ocupando la fábrica para defender los puestos de trabajo. Una situación de crisis total que empezó en el mes de enero del 2025 con retiros voluntarios incumplidos por la patronal, con despidos y deudas en el pago de los salarios. 

Lo llamativo es que en la fábrica, al día de hoy, hay producción lista para comercializar y con ese dinero resolver la angustiante situación. Nada de eso pasa. Resuena otra vez el nombre de la familia Lequio como posible compradora. La cual nunca dejó de utilizar a la tripería para la producción de sus otras firmas. ¿Raro? Claro que no. Son las típicas maniobras de los capitalistas, para salvar sus ganancias a costa de sus trabajadores.

La ocupación como método de defensa

El Ministerio de Trabajo y el gobierno de Pullaro no han hecho nada para impedir este atropello patronal y defender los puestos de trabajo. Son verdaderos cómplices de los empresarios y, más allá de alguna mediación formal, se lavan las manos y miran para otro lado. Lo mismo que hicieron en numerosos conflictos obreros por despidos y suspensiones, como en la Láctea Verónica, la línea blanca (Briket), Algodonera Avellaneda y muchas otras fábricas de la provincia

Por eso, en el marco de una enorme crisis industrial en Santa Fe, tomar la fábrica es la respuesta más acertada por parte de los trabajadores. Se organizan en turnos y las familias acompañan. Tenemos que rodear de solidaridad esta lucha y por eso es necesaria una movilización de todos los trabajadores de la carne, para que el conflicto triunfe. Estamos a disposición de los trabajadores para apoyarlos en todas las medidas de lucha que decidan llevar adelante. 

Viva la ocupación de los trabajadores de Euro. Reincorporación de todos los despedidos. Pago inmediato de las deudas salariales.

Sigan los trabajadores de Euro, ganamos todos.

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