Sindicales

24/2/2000|655

Viva la segunda victoria obrera en Lumbrera-Prarizzi

Cuarenta y dos días de toma de la avícola por los trabajadores dieron sus frutos. El método de permanecer en la calle, ya sea con comunicados de prensa o en colectas en las colas de co­bro, o presentándose en las moviliza­ciones locales con propaganda del conflicto, rompió la trama de aisla­miento y cansancio que intentaron imponer la patronal, la Municipali­dad de San Lorenzo y la burocracia sindical del gremio. Finalmente, se impuso mediante un acta acuerdo, al­gunas condiciones básicas:


  • La empresa y su principal acreedor se responsabilizan de reemplazar en forma inmediata cualquier máquina o elemento embargado, pagando los jor­nales completos de los trabajadores durante el tiempo que demore su lle­gada e instalación. (Cabe aclarar que según el convenio avícola los trabaja­dores sólo cobran las horas trabaja­das en la faena, cuando ésta existe).
  • La empresa “se compromete a extre­mar los recaudos pertinentes para evitar cualquier roce” por los agravios que venían recibiendo los delegados y los trabajadores.
  • Se reinstalarán “los cofres en los vestuarios en un plazo no mayor de diez días”.
  • A voluntad de los trabajadores, la empresa podrá pagar con mercadería hasta un veinte por ciento del salario, a precios mayoristas.
  • La empresa se compromete a abo­nar vacaciones y segunda cuota del aguinaldo “99 (reconociendo las deu­das) y las “condiciones del medio am­biente y de trabajo” (reconociendo los déficits en seguridad laboral e indu­mentarias), y además “convienen que a partir de mediados de marzo del 2000 promoverán discusiones ten­dientes a establecer un mecanismo de garantía horaria”.


También cabe destacar la conti­nuidad laboral de todos los compañe­ros; y lo más importante es que gra­cias a la madurez de los delegados electos y naturales y al sentido de or­ganización y solidaridad de todos los compañeros formados al calor de la lucha, torcieron el brazo de la patro­nal y sus socios, logrando la continui­dad laboral y la discusión sobre temas (garantía horaria) que superan el in­fame convenio suscripto por los buró­cratas sindicales.


La victoria de los obreros de la avícola Lumbrera-Prarizzi oxigena al Cordón Industrial de San Lorenzo y nos abre una perspectiva al resto de los trabajadores. Con una política y con la lucha decidida, organizada y consecuente, con la metodología pro­pia de los obreros, se le puede torcer el brazo a cualquier patrón privado o estatal.