Sindicales

28/3/2017

Volkswagen deschava el acuerdo automotriz


Cuando aún no está seca la tinta del acuerdo automotriz firmado por Macri, las cámaras empresariales, el Smata y Schiaretti, e incluso no se ha dado a conocer el texto, la multinacional alemana ha mandado a la basura todas las promesas reactivadoras con que los funcionarios y burócratas propagandizaron el acuerdo.


 


Su CEO en Argentina, Pablo Di Si, dijo sabemos que “cumplir con el acuerdo es crítico” (El Cronista, 27/3). ¿Qué se requeriría para lograrlo? Una baja sustancial de impuestos (de lo cual debe encargarse el gobierno) y un aumento sustancial de la productividad (de la cual debe hacerse cargo el sindicato). Pero el CEO no se queda ahí, va más allá. Cuando reclama un control de la inflación señala que esta va a superar el 22% y reclama medidas contra ello, porque dice que están exportando impuestos e inflación.


 


Cuando le preguntan sobre los “costos laborales”, Di Si da con tierra con un argumento remanido porque considera que si bien la “Argentina es cara en dólares, nadie da de baja un proyecto por los costos laborales”. ¿Entonces? “Lo que influye es la flexibilidad. Se necesita un margen de maniobras… ahí hay mucho para avanzar… tenemos que poder decirle al sindicato que queremos contratar 150 personas más por 3 meses”, es decir, un régimen de trabajadores temporarios. ¿No queda claro blanco sobre negro que el objetivo es la liquidación de los convenios colectivos de trabajo?, es la misma línea de todas las patronales, de la de AGR-Clarín, de las petroleras. Como Di Si aclara que la situación brasileña no tiende a mejorar, hay que “reconvertir” y por lo tanto levantar líneas enteras. El régimen de contrataciones viene como anillo al dedo para tener trabajadores sometidos al vaivén del mercado sin compromiso para los capitalistas. Sencillamente una masacre laboral y por lo tanto social.


 


Pero, ¿así la industria pegará un repunte y por lo tanto desarrollará más puestos de trabajo? En este punto el representante de la multinacional alemana terminó de liquidar los anuncios oficiales. Cuando se le cuestiona que el aumento en la venta de autos en el mercado interno fue de autos importados, Di Si señala “es cierto que se venden muchos autos importados pero eso también genera empleo… en el puerto, en logística, en concesionarias”, pero en la industria no. Obviamente la preocupación de VW no es defender la “industria nacional” ya que ellos atienden en todos los mostradores. Con el cuento de la defensa de la industria nacional, empresarios nacionales, burócratas estatales y sindicales, quieren entrampar a los trabajadores para que entreguen sus convenios, su salario y se sometan a una mayor explotación.


 


De la boca del CEO de Volkswagen queda claro lo que hemos caracterizado y denunciado: el acuerdo automotriz pretende un avanzada sobre los trabajadores, costeada por las arcas públicos (subsidios, exenciones impositivas y aportes directos), a cambio de nada. El acuerdo automotriz solo busca rescatar a las multinacionales automotrices y garantizar sus ganancias.


 


El camino es el que están adoptando en forma más creciente los trabajadores como en General Motors, como en la planta cordobesa de VW. La defensa de los puestos de trabajo exige una denuncia del acuerdo automotriz, del papel de la burocracia sindical como agente fundamental para hacerlo pasar, de la necesidad de organizar la ocupación de las fábricas que despidan o suspendan para imponer el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, la apertura de los libros a comités obreros electos, la derogación de los acuerdos de flexibilización.