Sindicales

30/6/2011|1183

Santa Cruz: Votan el final de la huelga docente

Finalmente, los valientes maestros de Santa Cruz decidieron poner fin a una de las huelgas más largas de la historia, habiendo agotado a conciencia todas las posibilidades materiales de llevarla hasta el triunfo.

Una huelga apoyada en piquetes en los yacimientos petroleros, carpas en puntos estratégicos de la provincia, movilizaciones, cortes de ruta, ocupaciones de ministerios, movimientos de padres autoconvocados y de estudiantes que ocuparon escuelas por meses y llegaron a organizar sus propios cortes de ruta, cierres de pasos fronterizos, movilizaciones de solidaridad con los compañeros petroleros en la zona norte.

Una huelga con actividades organizadas para tener fondo de huelga y todo sostenido en asambleas constantes en las catorce ciudades de la provincia, con el congreso en sesión permanente, el cual se reunió ante cada nueva situación, afrontando golpizas de la patota sindical oficialista y represiones de la Federal en Buenos Aires.

Un conflicto, por lo tanto, que aunque no haya logrado quebrar los topes salariales del gobierno ha desatado la energía de lucha y desarrollado una experiencia política fundamental en miles de maestros y profesores, a un nivel pocas veces visto.

El gobierno provincial, tempranamente, decidió apostar a la quiebra de la huelga por desgaste, aunque esto pudiera implicar la pérdida masiva de días de clases. Multas millonarias han sido aplicadas para “castigar” al gremio docente.

El gobierno nacional presionaba a Peralta en ese mismo sentido y su hostilidad a los maestros de Santa Cruz se reveló brutalmente en la represión a la carpa montada frente al Ministerio de Trabajo, el 23 de junio. La interna justicialista competía en verificar cuál de los bandos aparecía como el más “bravo” contra la huelga.

Es que la Adosac, con toda su tradición de lucha independiente es, para la camarilla kirchnerista, el verdadero “enemigo a vencer”.

La Ctera, por su parte, ha jugado un rol nefasto, privilegiando su vínculo con el poder en contra de uno de sus sindicatos de base. No convocó a un paro nacional solidario y ni siquiera jugó de mediadora. Jamás hizo una declaración de apoyo y en el momento decisivo, cuando que los compañeros fueron reprimidos por la Federal, llamó a una “jornada de lucha” vacía de todo contenido, sin siquiera participar de movilización o gestión alguna. El broche de esta conducta entregadora fue lo ocurrido en la tarde del lunes 27, cuando una delegación de Adosac se hizo presente en la sede de Ctera y no le abrieron las puertas para recibir una nota que portaban los maestros.

El gigantesco despliegue de esta lucha fue posible por la iniciativa de las bases, expresada en las asambleas de cada filial.

Las más importantes iniciativas, como por ejemplo la instalación de los bloqueos a los yacimientos, fueron impuestas a la dirigencia y no promovidas por ella. Otro tanto ocurrió con la instalación de la carpa que ocupa la cuadra frente a Casa de Gobierno desde el 13 de abril. Los cortes de los padres en Caleta tampoco partieron de la conducción gremial ni el impulso a las ocupaciones de colegios por los estudiantes.

El gobierno, con sus presiones y represiones, fue reavivando las llamas de la lucha a cada paso. Las bases, por su parte, fueron tomando amplias iniciativas de movilización.

La iniciativa más importante que promovió la conducción provincial fue la marcha de 700 kilómetros a pie de Caleta a Gallegos, pero en general se limitó a refrendar las acciones desenvueltas desde abajo.

Tribuna Docente ha tenido un importante papel en esta lucha. En las últimas semanas, acompañó la voluntad de continuar el paro del sector más comprometido con la lucha, apoyando y sosteniendo el viaje a Buenos Aires y las mociones más combativas. Desde hace dos semanas, la Comisión Provincial estaba alentando el abandono del paro bajo la figura de “salir del indeterminado”. Esta posición fue desbordada por la instalación tremenda de la huelga en la Capital Federal luego de la represión, mientras la Comisión promovía una resolución del congreso gremial que les “prohibía a los compañeros en Buenos Aires instalar un acampe”.

El gobierno ha logrado, provisoriamente, cerrar el conflicto con su decretazo de aumento salarial de 25% y va a tratar de aprovechar el retroceso del movimiento para golpear en todos los sentidos a la Adosac.

Los docentes vuelven a las aulas en un momento de crisis política y luchas de los petroleros, los desocupados y la construcción -especialmente en la zona norte. El gobierno, por primera vez en muchos años, atrasa el pago de los aguinaldos y alega tener las finanzas agotadas. De los famosos “ahorros en dólares” de la provincia no queda nada y Eskenazi presiona para que los acuerdos de prórroga del contrato de YPF sean en condiciones más leoninas que las previstas en la ley vigente.

La experiencia acumulada por el activismo es el capital más preciado que deja esta impresionante huelga. La unidad con las luchas de otros trabajadores seguirá siendo un eje fundamental para reagrupar en plenarios de bases a los trabajadores y delegados que luchan en todo el movimiento obrero de la provincia.