NO DOCENTES DE LA UBA

El 11 de marzo, 7.900 trabajadores activos afiliados y 750 jubilados estarán en condiciones de intervenir en las elecciones de un gremio que tiene 13 mil trabajadores en total, entre el personal asistencial de los grandes hospitales universitarios como el de Clínicas o el Oncológico Roffo, y los trabajadores administrativos y de servicios generales y mantenimiento de las trece facultades, colegios preuniversitarios y dependencias administrativas centrales del Rectorado.

La conducción actual permanece desde 1994. En estos veinte años fueron aliados de todos los rectores y de todos los gobiernos de turno. Incluso llegaron a “colocar” un representante en el Ministerio de Trabajo de Flamarique -Marcelo Distefano-, quien luego de que su jefe político huyera en helicóptero, dejando a un país hundido, volvió a la directiva del gremio y hoy ocupa el cargo de secretario adjunto en la lista que encabeza Jorge Anró. Allí anidan hoy kirchneristas, radicales y massistas, todos unidos por la enorme caja de un sindicato que recauda, sólo en concepto de cuota sindical, más de 25 millones al año.

Esta conducción es responsable y cómplice de la privatización de la salud y la educación. Acompañó el crecimiento de los posgrados pagos -es decir la aplicación de la Ley de Educación Superior menemista en la UBA- y también la privatización de la salud, permitiendo el vaciamiento del Hospital Escuela (Clínicas) más grande de América Latina.

En 2006 armaron la patota que arremetió contra los estudiantes para allanar la asunción como rector del ex funcionario de la dictadura Alterini, algo que no lograron. Sin embargo, su devoción propatronal los llevó a alzarse con la conducción de la obra social de los docentes y de los no docentes de la UBA; el rector antidemocrático Hallú designó como director de Dosuba a Anró, quien entre muchas otras estafas, en 2013 aumentó la atención de emergencias de 10 a 55 pesos, para un servicio de pésima calidad. En estos siete años, esta conducción nos llevó a la pérdida de prestadores y a un aumento de los pagos a los profesionales y laboratorios, situación que ha producido una objetiva disminución salarial.

La conducción de Apuba se convirtió en una losa sobre la cabeza de los trabajadores; sus compromisos con el Estado se traducen en un inmovilismo completo y en posiciones criminales como el apoyo al impuesto al salario o el silencio total de estos días frente al golpe devaluatorio y la escalada inflacionaria.

La Agrupación Bordó -impulsada por el Partido Obrero-, junto a los compañeros de la René Salamanca y de No Docentes de Base, hemos constituido el Frente de Recuperación Gremial. El frente está encabezado por dos compañeros de la Bordó: Vanina Biasi, delegada de la Facultad de Ciencias Sociales, y Gabriel Beati, enfermero del Hospital de Clínicas.

Combatiendo la convocatoria a elecciones en medio de las vacaciones de la mayoría del personal, el Frente está recorriendo cada instituto para lograr recuperar Apuba para todos los trabajadores: exigimos una suma de emergencia de 3.000 pesos, la apertura de la discusión paritaria ya, el reclamo de un plan de lucha por el 82% móvil (ya que nos jubilamos con el 40% del salario en actividad), la rebaja de la cuota sindical al 1%, y la recuperación de las asambleas y el plenario de delegados, instancias absolutamente ausentes en estos veinte años.

Vanina Biasi