Sindicales

5/9/2022

Yasky y Baradel firman la paz social (que practican) con los ajustadores

En las vísperas de la elección de Ctera.

Baradel y Yasky.

Hugo Yasky y Roberto Baradel fueron parte de la mesa de invitados a la Casa Rosada en la previa del acto en Plaza de Mayo. Los secretarios generales de la CTA de los “Trabajadores” y el titular de Suteba y adjunto de la Ctera firmaron el documento de convocatoria a la paz social de Alberto Fernández como respuesta al atentado contra Cristina Fernández de Kirchner. El lugar destacado que ocupó Baradel en el palco, detrás del presidente, es una foto ampliada de la integración de la burocracia celeste al gobierno de los Fernández y Massa.

¿Habrá paro nacional?

Todo indica que las reticencias públicas a parar de los “gordos” de la CGT, que fueron a la Plaza en defensa del gobierno pero no paran por los reclamos de los trabajadores víctimas del ajuste capitalista, van a impactar sobre la dirección yaskista de la CTA y el moyanismo. Aún tratándose de una convocatoria para rescatar al gobierno, la cúpula cegetista no quiere paros con la misión Massa-Rubistein de peregrinaje fondomonetarista por los EE.UU, ni tampoco quiere azuzar la grieta con los empresarios.

La “paz social” es la cobertura del pacto social (disciplinamiento) de los trabajadores para hacer pasar el ajuste. Yasky fue muy claro cuando definió el lugar que quiere darle a la CTA T. Antes del atentado criminal, Hugo Yasky ya había advertido a propios y extraños que la defensa de Cristina frente a las acusaciones de corrupción estaba por encima de todo reclamo salarial. Un llamado a desalentar toda acción de lucha cuando la inflación pulveriza los ingresos de los asalariados y de todo el pueblo trabajador.

La alianza yaskista-moyanista pasó de los discursos contra los “empresarios que se la llevan con pala” a concentrar el fuego verbal sobre la Corte Suprema y el “partido judicial”. Si no hay paro, la CTA de Yasky, Moyano y la Corriente Federal podrían terminar conformándose con una marcha a la Justicia para exigir el fin de los juicios contra CFK, en una variante más explícita de apoyo al gobierno. En ningún caso están presentes las reivindicaciones obreras por las que hay que luchar con independencia de las burocracias sindicales.

Las elecciones de la CTA de los “Trabajadores” de noviembre son una estafa, porque el propio Hugo Yasky adelantó su voluntad (unilateral) de disolver la central en la CGT del sindicalismo empresarial. El dúo Yasky-Baradel se sentó con la CGT en la misma mesa que los “formadores de precios” y a la vera del archireformista laboral Funes de Rioja, abogado de sojeros y acaparadores de granos, y dirigente de la UIA. Entregan las paritarias como garantía de buena conducta.

La tregua vuestra de cada día

En la antesala de la elección de Ctera, el yaskismo, representado por Sonia Alesso y Roberto Baradel, mandó al bombo la “actualización” salarial frente al 7,4% de inflación de julio y otro tanto del 6% para agosto. Después de haber aislado las luchas y huelgas provinciales -que sin embargo continúan- la burocracia celeste manipula el rechazo popular al intento de asesinato de la vicepresidenta para boicotear toda respuesta de lucha al ajuste. La “paz social” no detiene las provocaciones derechistas pero sí es un arma gubernamental y burocrática para atentar contra las movilizaciones de la clase obrera y descalificarlas.

En la provincia de Buenos Aires, Roberto Baradel es un colaborador y cogestor del ajuste educativo y salarial contra la docencia. Compitiéndole, el Colo de Isasi de ATE y la CTA “Autónoma” pasean a Alberto Sileoni para que diserte en charlas sobre educación. Ambas CTA´s indultan al Director General de Escuelas bonaerense de Kicillof, que hizo campaña en el 2014 para reglamentar el derecho de huelga docente y sancionar una ley de educación como servicio esencial.

Alesso y Baradel integran este pelotón de la paz social contra la clase obrera y se curan en salud contra las huelgas y medidas de fuerza autoconvocadas, que enfrentan los salarios docentes de miseria y la ofensiva contra la escuela pública. Las direcciones celestes de Ctera y Suteba son interesadas directas en que no haya paros en un gremio que está movilizado en las provincias. Con cierto retraso, la docencia de la provincia de Buenos Aires se está sumando a la ola de conflictos ya presentes en el interior del país, que ponen en evidencia el recorte fiscal para pagar la deuda externa fraudulenta.

Los paros y movilizaciones autoconvocados para rechazar la condena a 35 años de prisión para el docente Lucas Puig (por quien Ctera-Suteba no movió un dedo) y la masividad del paro nacional docente (que arrancaron las provincias en huelga) abrieron la compuerta de lucha por todas las reivindicaciones docentes. Contra la quinta hora en primaria, la sobrecarga laboral y la precarización del trabajo, por la reapertura de las paritarias y aumento de salarios y jubilaciones.

El ataque a la educación pública y el ajuste al FMI hacen más necesario que nunca la lucha general y de conjunto por la nacionalización de todo el sistema educativo y el aumento de presupuesto. La reunión de Ctera con el gobierno le dio la espalda a todos estos reclamos, y tuvo como propósito absolver a los Fernández y a Massa del ajuste de $50.000 millones a los jardines y al Conectar Igualdad. Las promesas oficiales de “compensación” que difundió Ctera sobre futuras partidas de computadoras para las escuelas son pura demagogia, mientras avanzan las reformas antieducativas de la mano de Kicillof y Sileoni.

Como partenaire de Kicillof, Roberto Baradel saludó al nuevo ministro de trabajo, Walter Correa de la Corriente Federal de la CGT, para callarse la boca frente a la nueva postergación de la Mesa Técnica Salarial. El secretario general de Suteba abandonó hasta el verso de que los salarios docentes deben “ganarle a la inflación”; un relato trucho porque la inmensa mayoría de la docencia bonaerense se encuentra bajo la canasta básica de pobreza por un cargo.

Ctera; una batalla fundamental

Quiénes afirman que la defensa de Cristina frente a los “odiadores” y “violentos” le permitiría a los Yasky y Baradel zafar de militar el ajuste están muy equivocados e impresionados por el kirchnerismo ajustador. Todo lo contrario, las maniobras políticas de la CTA T son funcionales a las reformas laborales, en particular en la docencia donde la precarización del trabajo docente viene desde hace una década y más.

Por esto o mismo la elección del próximo 7 de septiembre es un campo de lucha política fundamental y delimitación con el gobierno y el kirchnerismo como lo será la elección de la CTA Yasky.

La Lista Multicolor, encabezada por Angélica Lagunas y nuestra compañera Romina del Plá, es un canal para votar contra la burocracia celeste, por la independencia de los sindicatos y para organizar la lucha de la docencia. Por un paro nacional y provincial contra el ajuste del gobierno y del FMI. Vamos el 7 con la Multicolor.