Sindicales
13/3/2014|1305
Zanón: “vida o muerte”
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Desde hace meses venimos señalando en Prensa Obrera la situación crítica que atraviesa Zanón.
El 28 de febrero pasado, en una conferencia de prensa, la conducción de la cooperativa señaló que “es de vida o muerte” realizar inversiones, que se necesitan en forma urgente los créditos para “mantener en pie la fábrica”, y que la devaluación golpea a la cooperativa por el encarecimiento de los materiales importados. Agregamos, por nuestra parte, que los salarios se encuentran por debajo del convenio ceramista y representan la mitad del costo de la canasta familiar. No se ha podido garantizar el aumento de 2 mil pesos votado en asamblea el año pasado, no hubo aguinaldo de fin de año y el retardo en el pago de la quincena es sistemático.
Alternativas inviables
Es probable que un crédito destinado a la renovación tecnológica sería una bocanada de aire para la cooperativa, pero la crisis económica e industrial que está en marcha mina aún más la posibilidad de obtener un crédito bancario o comercial y mucho más las posibilidades de inserción y competencia en el mercado.
De fondo, se plantea a Zanón como si fuese una empresa capitalista más, que condiciona la situación laboral a la extorsión del mercado. Está ausente la exigencia al Estado de “blindar” a los obreros con garantías salariales, puestos laborales y la compra obligada de la producción.
El comunicado anuncia un “plan de lucha” que no fue discutido en asamblea y del que no se conoce ni una medida. Persiste la expectativa de que aparezca el crédito del gobierno por obra y gracia de las negociaciones con Kicillof o alguno de sus secretarios, prescindiendo de la movilización obrera y popular. El abandono de la perspectiva clasista domina el planteo anunciado.
Un sector de compañeros opina que la situación actual responde a culpas propias. Se ha generado una suerte de círculo vicioso: la mala situación de la cooperativa se traduce en malas condiciones de trabajo y bajos salarios, lo que redunda en un alto ausentismo y falta de planificación del trabajo, lo que socava aún más la productividad de la fábrica. La salida sería establecer una fuerte disciplina laboral, lo cual supondría, en última instancia, sanciones y hasta despidos.
Pero incluso este planteo es claramente inviable en una cooperativa que aumenta su pasivo con los proveedores y cuyas deudas ya superan los 10 millones de pesos. Una deuda de 500 mil pesos con los transportistas de los obreros ha dejado planteada la reducción del servicio.
Luchar por una salida
Luego de haber rechazado, durante 13 años, el desalojo ‘manu militari, ahora Zanón enfrenta el desalojo, aún más feroz, ‘del mercado’, que es la alternativa que han encontrado los K y el MPN para derrotar a la cooperativa obrera. Cualquier expectativa en ellos aceleraría la derrota de los trabajadores.
Se impone la necesidad de un verdadero plan de lucha, que convoque a las organizaciones solidarias y al conjunto de los sectores populares. Reclamemos un fondo compensador para garantizar un salario de convenio, el 82% móvil, obra social y los fondos necesarios para la renovación tecnológica.
La posibilidad de una salida se encuentra en la lucha de clases.
