La gran empresa de los estudios clínicos y diagnósticos médicos de la zona norte, la que atiende y factura 365 días al año durante las 24 hs. anunció vía mail a sus empleados que solo pagará una parte de los salarios de marzo.

En la comunicación, además, la empresa extorsiona con despidos o rebaja salarial: “la falta de ingresos en esta delicada situación requiere de medidas extremas para asegurar la continuidad de la fuerza laboral. Ante este contexto, se ha tomado la decisión de abonar el 70% del salario correspondiente al mes de marzo”.

Laboratorios Hidalgo cuenta con 26 sucursales en la zona norte del conurbano (desde Vicente López hasta Campana), con una facturación millonaria debido a que trabaja con las principales prepagas y obras sociales del país. Hidalgo, desde hace dos años, está siendo adquirida por el que hasta hace poco era su competidor –Laboratorios Rossi- conformando así un conglomerado que concentra y monopoliza gran parte de los insumos y de los equipos necesarios para estudios y diagnóstico médico.

El conglomerado Rossi-Hidalgo se encuentra realizando los tests de Covid-19, los cuales cobra a precio dólar porque lo realiza para prepagas y obras sociales. Pero al personal que se expone diariamente para realizar estos y otros estudios, lo ataca quitándole los recursos salariales para su subsistencia.

El sindicato de sanidad, garantizando el ataque

Héctor Daer no solo dirige el sindicato de Sanidad (ATSA) sino que es una de las cabezas de la CGT. Además de caberle la responsabilidad de haber garantizado paritarias a la baja durante el macrismo y la completa precarización de los y las trabajadoras, habilita que las patronales que facturan cientos de millones al año descarguen la crisis sobre los trabajadores de la salud. Por si fuera poco, Daer actúa como uno de los voceros de los empresarios que presionan por levantar la cuarentena, priorizando sus ganancias sobre la vida de los trabajadores y sus familias.

Que Hidalgo abra los libros contables. Intervengamos los trabajadores

Un primer planteo ante cualquier empresa que descargue la crisis sobre su plantel de trabajadores debe ser la apertura de los libros contables de los últimos años. Allí quedará claro que han obtenido millonarias ganancias –pagando salarios miserables- y que pretenden ahora seguir ganando a costas de los salarios del personal de salud, rebajando sus salarios en el medio de una enorme crisis.

La grave situación requiere la intervención del conjunto de los y las trabajadoras, organizados en cada lugar de trabajo, para superar a la burocracia sindical que entrega las condiciones laborales. Desarrollemos asambleas en los sectores de salud para elaborar un pliego de reivindicaciones inmediatas, rechazando los recortes salariales, reclamando un salario indexado mes a mes por el índice de la inflación.

La grave crisis sanitaria exige además la nacionalización completa del sistema de salud, concentrando todos los recursos públicos y privados en manos del Estado, bajo control del personal de la sanidad.