El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires acaba de anunciar una serie de medidas y paliativos para “revertir” la crisis habitacional y de alquileres en la ciudad. Se trata de tres programas enfocados en el endeudamiento de inquilinos y pequeños propietarios, que no afecta el negocio inmobiliario y que prepara nuevos beneficios para los especuladores de sector.

Los tres programas que acaba de lanzar la ciudad son Garantía + Fácil, Alquiler + Fácil y Refacción + Fácil, en medio de una crisis habitacional que se expresa con crudeza en una ciudad con una población estancada, constantes edificaciones nuevas y alquileres que se vuelven cada vez más prohibitivos.

En esta materia, la propuesta del Ejecutivo porteño no soluciona en nada el problema de cientos de miles de inquilinos, sino que ofrece una línea de créditos de hasta $439.000 (1962 UVA) pagaderos en hasta 36 cuotas ajustadas al Coeficiente de Variación Salarial (CVS) para gastos de ingreso a nuevas locaciones (primer mes, deposito, garantía y mudanza); bonificaciones en seguros de caución como garantía y créditos para la refacción de unidades funcionales fuera del mercado.

Las medidas no modifican el esquema de un negocio que durante el periodo de la actual Ley de Alquileres aumentó de precios un 343% contra una inflación de 274%, y que según las propias estimaciones del Instituto de la Vivienda de la Ciudad mide un promedio de $70.218 de precio al alquiler de un monoambiente en territorio porteño. Incuso, Larreta es parte del lobby por una liberalización de los aumentos con una eventual derogación o suspensión de la actual normativa.

En el paquete de medidas, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta propone llevar a la Legislatura porteña un proyecto de exención de plusvalía para la edificación en diferentes zonas de CABA, que apunta a seguir favoreciendo los intereses de los especuladores inmobiliarios.

Larreta enfoca uno de los programas en créditos para la refacción de un 10% de unidades de la ciudad (138.000) que se encontrarían vacías por problemas estructurales y de obra, pero no hace ninguna mención a los cientos de miles de unidades funcionales vacías, construidas por desarrolladores y especuladores inmobiliarios, cuyas tenencias parasitarias y especulativas, para conservar valor por parte d elos capitalistas, no son afectadas.

Todos Juntos

Quien quiso sumarse a la polémica de la crisis habitacional en CABA es la legisladora porteña del Frente de Todos Ofelia Fernández, quien acaba de hacer una publicación de un video donde “cuestiona” los negocios inmobiliarios que su fuerza política ha ayudado a poner en pie con el aval al loteo de tierras fiscales a los especuladores inmobiliarios desde el recinto parlamentario.

Ofelia pretende discutir la crisis habitacional de CABA y la inviabilidad para la juventud trabajadora de acceder al sueño de la casa propia sin hacer referencia a la responsabilidad nacional de su gobierno, que viene destruyendo el poder adquisitivo de los trabajadores, vaciando la obra pública de viviendas y reprimiendo y desalojando a las familias sin tierras ni vivienda.

Los altos precios en alquileres que se pagan en la ciudad que gobierna Horacio Rodríguez Larreta son similares a los que se pagan en el Conurbano bonaerense donde gobierna el oficialista Axel Kicillof. Mientras en CABA proliferan los megaemprendimientos inmobiliarios en las principales ciudades de la provincia de Buenos Aires crecen las inversiones inmobiliarias céntricas, y en las ciudades un tanto más distantes aumentan los countries y barrios cerrados de lujo, desplazando a las familias obreras de aquí y de allá.

Los ejemplos que ofrece Ofelia, como el de las “expropiaciones” de viviendas en Berlín, justamente son los que avanzan en una asociación del Estado con los especuladores inmobiliarios, teniendo que pagar las propiedades a valores inflados para atender solo una porción insignificante del problema. Esto, a su vez, es financiado por los propios trabajadores, ya que varios de estos proyectos que Ofelia menciona incorporan exenciones impositivas a los capitalistas.

Ninguna de las dos principales fuerzas patronales ofrece una salida real a los problemas de millones de inquilinos y familias obreras, que parta de la recomposición de sus salarios e ingresos, planes de vivienda, impuestos a la vivienda ociosa, Banco de Tierras fiscales y créditos hipotecarios a tasas cero. So lo apuntan a un mayor endeudamiento de trabajadores pobres y más negocios capitalistas.

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