Sociedad

15/6/2021

Avellaneda: reabren las ferias pero el municipio no garantiza medidas sanitarias

Se pone en riesgo la vida de los vecinos y los trabajadores del distrito, ya que las única disposiciones quedan a cuenta de los feriantes.

A partir del pasado sábado 12 de junio el municipio de Avellaneda autorizó la reapertura de las ferias barriales y artesanales, pero sin disponer ningún tipo de medida de prevención sanitaria para feriantes y consumidores, cuando el cuadro epidemiológico es crítico.

El intendente kirchnerista Alejo Chornobroff emite esta habilitación de manera completamente irresponsable, sin destinar un peso al cuidado de la población, cuando se registra un promedio de 150 contagios diarios de Covid-19, y mientras los hospitales y salitas del distrito se encuentran colapsados.

En el mensaje enviado a los feriantes se les informa que todos los puestos tienen que estar provistos de telas plásticas en su frente -similar a la separación entre conductor y pasajero en los colectivos. La compra de las mismas queda a cargo de los propios puesteros, que no recibieron ninguna ayuda económica en los tiempos de cierre. “No solo tenemos que comprar el plástico, también el alcohol y el barbijo. El municipio no nos da nada”, denuncian.

La inflación galopante, los despidos, las paritarias a la baja, las jubilaciones y programas sociales debajo de la línea de indigencia, llevan a miles de vecinos y laburantes a comprar lo esencial en estos puestos. “Si no hay feria es imposible comer carne en casa; la diferencia de precios entre la feria y la carnicería es mucha”, nos señala María, una vecina de Dock Sud. La postal de pasillos abarrotados que ya se observaban antes de la pandemia plantea la necesidad de adoptar modalidades de distanciamiento social para que no se conviertan en focos de contagio en gran escala.

Desde el Polo Obrero y el Partido Obrero en el Frente de Izquierda – Unidad reclamamos que se garanticen protocolos preventivos en todas las ferias, diseñados y controlados por sus propios trabajadores, pero a cuenta del municipio en lo que hace al suministro de desinfectantes, barbijos, telas plásticas y todos los elementos de protección; con personal que colabore en la organización para mantener el distanciamiento social y la instalación de postas sanitarias en todas las ferias.

La situación de los feriantes ante el Covid-19 demanda una verdadera asistencia económica y medidas excepcionales de cuidado, que el municipio se niega a pesar de que alardea del superávit fiscal.