Sociedad

9/10/2022

“Be Real”, ¿es posible un cambio de paradigma en las redes sociales?

Con 50 millones de descargas y una dinámica “anti-Instagram”, la plataforma llamó la atención de todos.

equipo de comunicación de Prensa Obrera.

“Real, como tus amigos”, el slogan de la plataforma.

Una red social sin videos, sin filtros para editar las fotos, que solo te deja postear una vez por día. Y lo podés hacer en una ventana de dos minutos de tiempo, abierta por una notificación, en un momento aleatorio cada día. No hay tiempo para producir, para iluminar, para escenificar, para posar. Como indica el nombre de la plataforma, en Be Real la consigna es “ser real” y mostrarle a tus amistades qué estás haciendo en ese preciso instante. “Real, como tus amigos”.

Be Real es presentada por propios y ajenos como un grito de rebeldía contra la fantasía creada a base de filtros, animación e inteligencia artificial. En ese momento único al día, sacás una foto con la cámara trasera para mostrar el contexto, y otra imagen con la cámara frontal, una selfie. No hay edición, no hay adornos, un 360° de tu realidad. Solo si posteás tu realidad podrás ver la de los demás. Si no, estás afuera. Y ojo, que si posteás fuera de tus dos minutos, quedás escrachado: no improvisaste, no estabas siendo real. Al día siguiente, todo comienza de nuevo, y las fotos anteriores ya no están accesibles.

Alexis Barreyat y Kevin Perreau crearon la red en Francia, a comienzos de 2020, y ya está en todo el mundo con más de 50 millones de descargas. “Quizás todo lo que queríamos era una app para ver fotos de nuestros amigos”.

Sus creadores y sus promotores destacan puntos disruptivos fuertes. No habría uso excesivo ni búsqueda de generar adicción, pues no se puede postear más que una vez al día. Aunque, digamos todo, esa sensación de “o posteas o te perdés de ver a los demás” también puede generar compulsión (Fomo, fear of missing out, o miedo a quedarse afuera). No hay filtros, no presentaría imágenes irreales y deformadas de las personas que afecten emocional o psicológicamente a la juventud. No se contabilizan los seguidores, lo que prevendría la obsesión por la popularidad a cualquier costo. Por último, lo que sería la base de todo lo anterior: no hay publicidad.

Pero, ¿cómo se sostiene y progresa una app que no buscaría retener a sus usuarios mediante incentivos (sean estos interacciones, entretenimiento, o recompensas) en medio de tantas plataformas? Be Real ya tiene hace tiempo muchos más usuarios que los 30 millones que tenía Instagram cuando Facebook, hoy Meta, la compró por mil millones de dólares. Vale hoy más de 600 millones de euros, según el Financial Times. Ya recibió financiamiento de fondos de Silicon Valley, como Andreesen Horowitz, Accel Partners, DST Global y New Wave.

La guerra comercial de las apps incluye, además de las adquisiciones, la imitación de funciones y la disputa descarnada por la atención de los usuarios. Lo vimos con Snapchat: hoy tenemos historias en Instagram y Facebook, estados en Whatsapp, los shorts de Youtube y hasta Twitter se animó a fracasar con sus fleets. El ascenso astronómico de TikTok intenta ser contenido a toda costa por Meta con sus reels de Instagram y Facebook, y con la imitación de los dúos. Y ahora es TikTok que se ha lanzado con “TikTok Now”, una burda copia de Be Real, además de la nueva función “dual” de Instagram que genera una imagen con ambas cámaras.

Entonces, ¿cuál es el futuro de Be Real? Las hipótesis más obvias no son alentadoras. Ser adquirida por una multinacional, ser olvidada a manos de otras plataformas que clonan sus funciones, o incorporar lentamente ingresos mediante usos premium o publicidad, todo lo cual implicaría pisotear los principios de origen del funcionamiento de la app en nombre de obtener ganancias.

Menos probable, quizás imposible ya a esta altura, pero más auspicioso, sería que logre persistir generando comunidades de usuarios más sanas y menos contaminadas por el lucro capitalista. Experiencias como Discord, Reddit y otras plataformas de código abierto permiten pensar que es posible la creación de entornos verdaderamente centrados en los usuarios y no en el capital, aunque solo sean como una pequeña muestra de la potencialidad de la tecnología y de internet bajo otra organización social.