Sociedad

26/9/2013|1287

Bergoglio y Grassi

La referencia condescendiente del Papa al "diálogo" con los homosexuales, los divorciados e inclusive las mujeres que hubieran practicado el aborto (eso sí, en caso de que se hubieran "arrepentido") lo volvió a poner en los titulares de la prensa mundial.


El "Corriere della Sera" tituló sobre "la palabra revolucionaria del Papa". Para la vaticanista de La Nación, más realista, caracterizó el planteo papal como la alternativa para evitar que "el edificio moral de la Iglesia puede desmoronarse como un castillo de naipes", citando al propio Bergoglio. El Vaticano continúa la tarea de restituir a la cúpula a los representantes tradicionales, marginados por el ‘canciller' papal, Tarcisio Bertone, desde que fuera nombrado como secretario de Estado en 2005. Con la renuncia de Bertone volvieron los hombres de sus antecesores, el cardenal Sodano, quien diseñara la política y diplomacia de Juan Pablo II. Cuando Francesco llama ahora a atenuar "la injerencia espiritual en la vida de las personas", pretende poner afuera de la responsabilidad de la Iglesia los crímenes de los pederastas de sotana y sus negociados mafiosos.


Lo que a la prensa se le escapó esta semana, es que el Papa, tan al día con lo que ocurre en Argentina, no habló del caso del pedófilo nativo Grassi, que ahora pasó a prisión efectiva. Bergoglio ha defendido a Grassi en el pasado, de acuerdo a lo que informó Clarín, el 17 de diciembre de 2011, en una nota referida al libro "Estudios sobre el ‘caso Grassi'". Decía así: "…(es) el libro con el que la Iglesia sostiene la presunta inocencia del cura Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por el abuso sexual de un menor pero aún libre.


Su contenido fue realizado por un conocido abogado penalista, contratado en 2010 para esta tarea por el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio (…)El abogado querellante en esta causa, Juan Pablo Gallego le explicó a Clarín que "El libro no tiene seriedad alguna. Es un trabajo por encargo y muy burdo. No dice nada que no haya declarado Grassi en televisión y fue enviado a todos los despachos judiciales de jueces que todavía tienen que tomar determinaciones en el caso, con la clara intención de hacer lobby y de influenciar magistrados (…) Es un libro muy bien ilustrado que indica que no están dispuestos a aceptar ningún fallo del Estado secular….".


En la línea de "nunca fui de derecha", ¿Francisco debería aclarará si ‘fue grassista'?