El pasado domingo, efectivos de Gendarmería, Policía Federal Y Prefectura desataron una brutal represión sobre quienes se manifestaban en la capital de Corrientes reclamando la aparición con vida del Loan. Como se ve, Bullrich, en lugar de destinar las fuerzas federales para dar con el paradero del niño, las utiliza para desmovilizar a los vecinos que lo buscan incansablemente desde el primer día.

El sábado 29 de junio, la tía paterna de Loan, Laudelina Peña, declaró en calidad de denunciante ante la fiscalía provincial. Allí acusó al capitán de la Armada retirado, Carlos Pérez, y a la exfuncionaria municipal de La Libertad Avanza, María Caillava, de haber atropellado a su sobrino y escondido el cuerpo; quienes luego la habrían amenazado para que guardara silencio. El fiscal de Goya, Mariano de Guzmán, y los fiscales de la Protex (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas), solicitaron la detención de Laudelina, pero la jueza federal a cargo de la causa, Cristina Pozzer Penzo, rechazó la solicitud. No obstante, sus dichos añadieron una nueva hipótesis a la investigación, que venía centrándose en la de “secuestro con fines de trata de personas”.

Desde entonces Laudelina Peña se encontraba alojada en un hotel de la capital correntina, frente al cual se congregó una multitud al grito de “¡Queremos a Loan! ¡Loan no está solo, justicia! ¡los niños no se tocan!”. La indignación de los vecinos frente al accionar de las autoridades se resumía en la exclamación de “Que se vayan todos”. Insólitamente, por orden de Patricia Bullrich, las fuerzas federales reprimieron la protesta, utilizando gases lacrimógenos y balas de goma.

Bullrich salió al rescate de su aliado político, el gobernador Gustavo Valdés, cada vez más cuestionado por su desempeño en la búsqueda de Loan. No solo participó personalmente de los rastrillajes, lo cual constituye una violación de los protocolos, sino que además tiene vínculos cercanos con José Codazzi, el abogado de Laudelina que la llevó a declarar a la Justicia provincial, en lugar de a la federal, y, se cree, fomentó la hipótesis de accidente para supuestamente “desviar la investigación”. A su turno, Valdés se apresuró en tuitear que la declaración de Laudelina significaba “un gran paso en la resolución del caso Loan”, lo cual levantó aún más sospechas sobre la influencia de su figura en el caso.

Como vemos, Bullrich desembarcó tardíamente en Corrientes, no para poner a las fuerzas federales a disposición de una búsqueda exhaustiva de Loan, sino para “ordenar las calles” de una provincia sublevada por la desaparición del chico y evitar que la movilización escale y se lleve puesto al poder político provincial. Resulta indignante que la ministra no haya logrado avance alguno en la pesquisa y quiera acallar mediante la represión el reclamo por la aparición con vida de Loan. Su presencia en la provincia representa una amenaza para la población correntina.

Un atropello absoluto, lo cual no sorprende viniendo de parte de Bullrich, que encarna un ataque sin precedentes contra las libertades democráticas. Viene de montar una cacería contra quienes marcharon en rechazo a Ley Bases, de acusarlos de terroristas, de armarles causas truchas a los luchadores del movimiento piquetero, de ser la principal responsable política del asesinato de Santiago Maldonado a manos de la Gendarmería. Piensa que con escarmiento va a poder impedir que el pueblo se levante contra las políticas reaccionarias del gobierno.

Relacionado con las declaraciones de Laudelina, según trascendidos, los investigadores detectaron que el paragolpe de la camioneta de Carlos Pérez estaba hundido y encontraron sustancias de color rojo en la rueda delantera derecha, que luego la prueba de luminol constató que se trata de sangre. Cabe cuestionarse por qué esos hallazgos no se produjeron al inicio de la investigación con los primeros peritajes. Sin embargo, tanto el abogado de la mamá de Loan como los dichos del papá sostienen que al niño se lo llevaron. De todas maneras, la Justicia aún no ha descartado la hipótesis de trata.

Una provincia entera está movilizada para que aparezca Loan, y así hay que actuar cuando el desafío es deshilvanar la trama de impunidad que rodea a los crímenes cometidos desde el poder.

El prontuario del comisario Walter Maciel, o la policía como eslabón del delito organizado

La periodista correntina Griselda Blanco, que apareció asesinada en 2023, lo había denunciado en sus redes sociales. –

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