Sociedad

3/4/2024

CABA: una institución religiosa quiere dejar familias en la calle con complicidad del gobierno de la Ciudad

La Sociedad San Vicente de Paul usufructúa la Colonia Obrera de Nueva Pompeya.

Colonia Obrera de Nueva Pompeya

Es en el barrio porteño de Nueva Pompeya, en una manzana de 93 casas que pertenecen al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pero son usufructuadas por la Sociedad de San Vicente de Paúl.

La “Colonia Obrera de Nueva Pompeya”, como se conoce a la manzana que se encuentra en este barrio del sur de la ciudad de Buenos Aires, fue construida hace más de 100 años con el fin de ser destinada a viviendas para trabajadores. Se habría otorgado la concesión y administración de la misma a esta sociedad católica que hasta hoy en día lucra con los alquileres de quienes allí viven, en muchos casos en condiciones de hacinamiento y precariedad estructural, sin siquiera tener acceso a servicios básicos, y a pesar incluso de que el barrio está enmarcado como Área de Protección Histórica, por lo que se debería contemplar su adecuado mantenimiento.

Hace tiempo que esta sociedad tiene manejos sumamente fraudulentos: contratos precarios, renovados según se le antoja al encargado de turno, cobrando supuestas deudas para poder ser renovados, alquilando a vecines a dedo según su interés, con valores arbitrarios y no respondiendo frente al pedido de vecinos y vecinas para la renovación de los mismos. Esto en el marco de una situación habitacional crítica, donde los alquileres son imposibles de pagar por los aumentos de los mismos y los bajísimos salarios. Se suma la imposibilidad de encontrar alquiler para familias con chicos o mascotas y los pedidos de garantía y depósitos imposibles de afrontar para trabajadores no registrados.

Esta sociedad, que dice ser sin fines de lucro, ya en el 2006 había protagonizado otro negociado cuando administraba el Hogar Devoto, un hogar de ancianos a pocos metros de Plaza Serrano en el barrio de Palermo, y destinó parte del edificio a locales comerciales pretendiendo desalojar a los adultos mayores que allí se encontraban.

En la Colonia Obrera, actualmente hay cuatro familias con órdenes de desalojo “por finalización de contrato”, algunos con más de 10 años viviendo en el barrio. Ya a fines del año pasado habían desalojado a otra vecina que hace años se encontraba allí con sus hijos. Esta Sociedad, que acusa de “ocupar” las casas que habitan hace años los vecinos, es la verdadera ocupa de un predio que no le pertenece y con el cuál solo busca lucrar.

Desde la banca de Gabriel Solano en la legislatura porteña, junto con Celeste Fierro y Alejandrina Barry del Frente de Izquierda, se ha presentado un pedido de informes para que el GCBA de cuenta de cuál es la situación en la que se encuentra este predio. La Administración de Bienes Inmuebles, que dirige Rosendo Luis Tarsetti, debe responder ante esta situación. El gobierno de la Ciudad debe destinar los inmuebles que posee para resolver los problemas habitacionales y no concesionarlos o rematarlos para el negocio de la especulación inmobiliaria.

Asimismo, se han pedido reuniones por parte de legisladores de diferentes bloques en los juzgados donde tramitan los expedientes de desalojo con el fin de encontrar una solución frente a esta situación. De igual manera frente a la Sociedad SVP, que se ha negado siquiera a presentarse.

Este miércoles 3 de abril, ante el anuncio del desalojo de una de las familias afectadas, vecines del barrio y organizaciones se hicieron presentes para acompañarlos. Si bien no se concretó el mismo, las familias temen quedar de un día para el otro en la calle, sabiendo lo difícil de conseguir otro lugar. Ya en la madrugada se habían acercado a la casa de otra de las vecinas afectadas dejando en la puerta una impresión de su expediente, en una clara provocación. La Sociedad ha buscado desunir a los vecinos mediante la firma de algunos contratos por separado que antes de que comiencen a organizarse se negaba a realizar.

Es necesaria la organización de los vecinos para frenar los desalojos y que nadie quede en la calle. Que hagan los arreglos necesarios en el barrio para que tengan acceso a todos los servicios básicos, no se inunde más ni haya peligro de accidentes. El GCBA, a través de la Administración de Bienes, debe dar una solución habitacional definitiva y terminar con el lucro de esta sociedad religiosa.

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