La campaña solidaria de Santiago Maratea para sanear la millonaria deuda del Club Atlético Independiente se encuentra atravesada por algunos de los problemas que más afectan a la población trabajadora: la inflación y el ajuste.

El avance vertiginoso del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec hace que todos busquemos alternativas para proteger los magros ingresos mensuales fruto de nuestro trabajo y esfuerzo. Sin embargo, los más de $700 millones reunidos por la afición del Rojo y aportistas solidarios está desvalorizándose en la cuenta destino de Mercado Pago.

Esta es la razón por la que muchos hinchas de Independiente cuestionaron que quien impulsa la colecta, Santiago Maratea, no invierta lo recaudado en un plazo fijo o alguna herramienta similar que permita generar una diferencia para no perder con la inflación.

Resulta que Mercado Pago paga una tasa anual del 72,7% por el solo hecho de tener el dinero depositado en la cuenta de la empresa, por debajo de la inflación anual y lejos de la tasa del 91% de interés que paga el Banco Central, que implica una Tasa Efectiva Anual (con capitalización mensual de intereses) del 128,5% y el 141% para los depósitos mayores a los $30 millones, como es el caso.

Sin embargo, Maratea tuvo que salir a aclarar que al tratarse de un fideicomiso, con cuestiones legales y restricciones de por medio, no puede disponer del dinero para invertirlo, por lo que la colecta está expuesta a la depreciación de la moneda nacional.

Otro problema manifiesto es de la devaluación del peso, debido a que el fideicomiso se encuentra en dicha moneda, por lo que una mayor devaluación licuaría aún más lo recolectado, y cuando no existen precisiones de si los fondos podrán convertirse a tipo de cambio oficial -lo que demandaría el aval del gobierno y el Banco Central- o al precio real de mercado.

Ajuste, deuda y más deuda

Ante un estancamiento del ingreso de fondos a la colecta por el club, Maratea realizó una encuesta en sus redes para determinar si esto se debía a una falta de recurso de los hinchas y aportantes o a un desinterés con la colecta: al menos la mitad contestó que no dispone de recursos económicos.

Es que aunque la campaña haya despertado simpatías entre la afición del Rojo, y más allá, el límite de la solidaridad es la subsistencia propia, en tiempos de ajuste fondomonetarista, salarios a la baja, pérdida del poder adquisitivo y desocupación.

Esto motivó a que Maratea realizara una propuesta polémica: que los eventuales aportistas se endeuden para financiar la colecta, por medio de tarjeta de crédito y/o por los mecanismos que ofrece Mercado Pago, con una tasa de interés que supera el 200%. Salir de la deuda del club endeudando a socios e hinchas, algo descabellado.

Lo que queda claro es que la colecta de Independiente no está exenta de la crisis política y económica que vive el país, que inhibe a quienes tienen buenas intenciones de rescatar al club debido a las restricciones que imponen las consecuencias del ajuste de los políticos capitalistas, los mismos que también hundieron la institución.