Sociedad

14/11/2023

¿Como el Manchester City?: el engaño de Milei detrás de las Sociedades Anónimas Deportivas

Una orientación privatista en medio del vaciamiento sistemático de los clubes argentinos.

Negocios en el fútbol.

En las semanas previas al balotaje volvió a reflotar un debate respecto al fútbol y las instituciones y clubes deportivos, valiéndose de declaraciones del candidato presidencial Javier Milei para introducir el sistema de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en la Argentina. El tema fue explotado por en el entorno del presidente de la AFA Claudio “Chiqui” Tapia, con una campaña casi explícita por el voto a Sergio Massa y comunicados de decenas de clubes contra las SAD. Un debate sobre la ofensiva privatista en el deporte que opera en el marco del vaciamiento de los clubes y las instituciones deportivas.

Javier Milei explicó su postura en favor de las SAD en una entrevista con Alejandro Fantino del 2022, volviendo a afirmar su posición recientemente luego de la catarata de rechazos institucionales por parte de un importante número de clubes de primera división y del ascenso de todo el país.

Ante la pregunta de Fantino respecto a si realizaría algún cambio en el fútbol, el candidato “liberal” expresó: “A mí me gusta el modelo inglés (el de las SAD), claramente. No les va mal eh”. Milei justificó su postura argumentando que lo que importa son los resultados y no la propiedad de los clubes. Consultado recientemente sobre la polémica reabierta, el candidato “liberal” volvió a defender las SAD preguntándose “qué pasa si alguien quiere que su club sea como el Manchester City”.

La iniciativa no es novedosa sino que es una de las modificaciones que intentó introducir fallidamente en el pasado el expresidente y actual aliado de Milei, Mauricio Macri, incluso con la colaboración del difunto expresidente de la AFA Julio Grondona.

La verdad de las SAD

Actualmente las instituciones deportivas que tributan en las distintas categorías del fútbol argentino son organizaciones sin fines de lucro, administradas por comisiones directivas electas por los socios de cada entidad. Lo que se plantea con las SAD es una nueva forma de organización jurídica donde los propietarios pasarían a ser los accionistas e inversores, relegando a los socios al rol de meros espectadores.

La afirmación de que la incorporación de las SAD en el fútbol argentino elevaría el rendimiento deportivo al nivel del Manchester City –en manos del City Football Group con mayoría accionaria del Abu Dhabi United Group- es un engaño que busca profundizar los negocios privados a costa de excluirá los socios de sus instituciones.

Al cambiar la naturaleza y el propósito de las organizaciones deportivas, orientándolas a la búsqueda de ganancias, nada evita que la aparición de las SAD en el fútbol argentino convierta a los clubes en “empresas” subsidiarias de los grandes clubes europeos, ya que lo que predomina como espíritu no es el crecimiento deportivo de la institución sino la valorización corporativa de las empresas y sus accionistas. Incluso con el riesgo de quiebra, liquidación y desaparición de los clubes que no sean rentables bajo esta modalidad.

Son todos privatistas

El avance de los negocios en el fútbol a costa de los hinchas y socios es un fenómeno internacional que ya cuenta con diversas manifestaciones de rechazo, denunciando que los negocios privados prevalecen por sobre el espíritu deportivo y la vida de las instituciones deportivas que va más allá del futbol profesional: los clubes juegan un papel de vínculo con la comunidad y el deporte que no tiene lugar en los números contables de las empresas.

El plafón para los proyectos privatistas de Milei y Macri es el vaciamiento de los clubes que impulsan las gestiones al frente de los mismos, donde se extienden deudas millonarias, transacciones turbias de jugadores y el loteo de la identidad de los clubes al capital privado, como ocurre con el naming de los estadios.

La campaña antiSAD de las autoridades de los clubes esconde justamente esta dinámica donde las gestiones privatistas hacen sus negocios a expensas de los socios y las instituciones deportivas, allanándole el camino a la privatización y venta de espacios al sector privado. Con su apoyo explícito a Massa, Tapia busca defender el modelo actual de negocios contra la injerencia de capitales externos que puedan desplazarlo a él -y sus socios- de la posición conquistada.

Con Massa o con Milei , y con sus aliados, seguirán los negocios en el fútbol. Pero también seguirá la lucha de socios, hinchas y deportistas por defender los clubes como una construcción colectiva, para ponerlos al servicio de las necesidades de los trabajadores y sus familias.

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