El derrumbe de las cripto sigue sumando capítulos. Recientemente el fondo de criptomonedas Three Arrows Capital (3AC) entró en default, y fue ordenada su liquidación por un tribunal de un verdadero paraíso fiscal, las Islas Vírgenes. Como resultado del desplome de las cripto, 3AC se vio imposibilitado a hacer frente a varios compromisos de deuda, lo que terminó por colocarlo en cesación de pagos con un pasivo de casi 670 millones de dólares en el último incumplido con Voyager Digital (Infobae, 30/6).

Para ser puntuales, lo que motorizó el default de 3AC, dicen distintos especialistas, fue el crash de Terra y sus tokens Luna y TerraUSD, amén de la caída general de las cripto. Cabe recordar que en un solo mes Luna pasó de costar unos 120 dólares a un centavo de dólar, un proceso que comenzó con un desplome del 99% en un día. Mientras que TerraUSD, que gozó de buena referencia en el mundo cripto por su “emparejamiento” de 1 a 1 con el dólar sin gozar, lógicamente, de ningún respaldo, cayó a aproximadamente 30 centavos. Algunas versiones aseguran que hubo una responsabilidad de BlackRock sobre la baja de este último token, que provocó una corrida adrede a través de la venta masiva de 1.000 millones de TerraUSD.

3AC se caracterizaba por hacer inversiones apalancadas, lo que ahora aparece en el centro de gravitación de su desmoronamiento. El optimismo absoluto sobre la valorización del Bitcoin de Zhu Su, propietario de la firma junto a Kyle Davies, era lo que lo llevaba a hacer este tipo de operaciones con préstamos. Pero el golpazo que sufrió este token, probablemente el más reconocido entre las criptomonedas, reveló una falta absoluta de liquidez en la empresa (Infobae, idem).

Como no podía ser de otra manera, la caída de 3AC es mucho más que la caída de 3AC. Las alarmas sobre un efecto contagio y un pánico financiero generalizado están encendidas, porque el incumplimiento de varios compromisos verdaderamente millonarios podría desencadenar en el incumplimiento de otros. Voyager Digital, por lo pronto, está pudiendo cumplir con los retiros de los inversores según comunicaron los voceros de la empresa, pero los próximos días serán fundamentales para atender a cualquier novedad en el mercado cripto. Vale recordar en tal sentido que por las caídas de Bitcoin, Ethereum y otros activos digitales varias plataformas llegaron a decretar “corralitos” para maniatar cualquier corrida, algunas de renombre como Binance o Celsius, perjudicando particularmente a los pequeños ahorristas.

Tanto es así que en el popular foro de internet Reddit, el “subreddit” (“secciones” del foro dedicados a temas específicos) de criptomonedas se empezó a llenar de mensajes suicidas de pequeños ahorristas tras la caída de TerraUSD y Luna. “Perdí todos mis ahorros”, “perdí mi casa”, “voy a ser un indigente”, “no me queda otra salida que suicidarme” eran algunos de los tópicos que se pudieron observar. Los moderadores de este subreddit fijaron entre los mensajes destacados las líneas telefónicas de atención al suicida, completando un cuadro sumamente trágico desencadenado por el estallido de estas burbujas financieras.

En tanto, varios famosos que promocionan estos nichos especulativos empezaron a ser juzgados socialmente como responsables. En nuestro país vimos como los Milei, Maslatón, Marra y “liberales” variopintos, agentes directos de la especulación financiera, patrocinaron e hicieron una defensa cerrada de las criptomonedas como una “revolución” monetaria frente a las divisas respaldadas y emitidas en los bancos centrales, inclusive divulgando algunas estafas como el caso de CoinX. Pero las mentiras tienen patas cortas.

Estas burbujas valorizadas de manera ficticia generan inevitablemente estos estallidos. Las cripto en general vienen en franco desplome, con el ejemplo significativo del Bitcoin que decayó un 70% con respecto a noviembre de 2021, pareciendo acercarse a su fin. También acudimos al punto final de las peroratas de sus defensores como una “inversión asegurada” y un refugio ante los cimbronazos de la crisis capitalista. El enorme vuelco que hubo en el último tiempo hacia las mismas es un reflejo de esta última, donde el capital no encuentra ramas rentables en la producción para invertir. Duro revés para varios teóricos del capital, que una vez más se chocan con la realidad insoslayable de su senilidad y su decadencia histórica.