En tiempos en que el gobierno nacional recorta partidas presupuestarias de las escuelas públicas, los trabajadores multiplicamos la solidaridad de clase dando muestras de que estamos en la misma vereda. Es lo que ocurre en la escuela municipal Juan B. Justo (Córdoba), que enfrentó la posibilidad del cierre de una sala de jardín e incluso la unificación de los turnos ante la baja experimentada en la matrícula, y logró revertir la tendencia gracias a la colaboración de las asambleas del Polo Obrero de Villa Siburu y Villa Urquiza.

A comienzos del año 2023 ocurrieron hechos que vandalizaron la escuela, tales como la rotura de cercos perimetrales, puertas, vidrios y daños al mobiliario. Estos hechos fueron denunciados por la docencia que llegó a experimentar en carne propia la inseguridad, como ocurrió cuando -con la intención de robar cubiertas- cortaron los frenos del auto de una maestra. Afortunadamente el hecho no tuvo consecuencias más graves, pero ejemplifica las situaciones que afectan diariamente la tarea educativa.

Los estudiantes proceden de Villa Siburu y Villa Urquiza, ambos barrios situados a la vera de la Costanera del Río Suquía, conformando un sector cada día más golpeado por el ajuste, la pobreza creciente, la precarización laboral y la desocupación. En ellos el narcotráfico y la falta de perspectiva hacia el futuro hace estragos en sectores muy importantes de la juventud.

En ese marco, la docencia municipal de la escuela Juan B. Justo de Villa Siburu desenvolvió la lucha por sostener y ampliar la matrícula, difundiendo la oferta educativa mediante acciones de visibilización en las que se comprometieron las y los docentes y encontró en las asambleas del Polo Obrero un aliado estratégico: no sólo para incorporar nuevos estudiantes a sus aulas, sino para defender a la escuela pública de los ataques que hoy propina el gobierno nacional, provincial y municipal. En efecto, gracias a la organización que el Polo brinda a sus asambleas sus militantes son conscientes de que la defensa de la educación pública va de la mano de la defensa del salario docente y de condiciones de infraestructura que garanticen la seguridad de sus hijos dentro y fuera de la escuela.

La lucha rinde, por eso no sólo no se cierra una sala: se abre una perspectiva que es un paso en la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados, como señaló el paro que se efectivizó el pasado lunes y que unificó a la docencia y la salud junto a los trabajadores de ATE. En esa perspectiva debe inscribirse cada una de las iniciativas que se desarrollen para derrotar el ajuste que está en marcha y que tiene a los responsables de los distintos gobiernos como ejecutores y a los trabajadores como víctimas.

Viva la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados. Viva el Polo Obrero. Viva la lucha docente! Arriba la defensa de la educación pública.

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