La comunidad originaria que habita Pluma Blanca, en Córdoba, desde hace décadas, recibieron una orden de desalojo. La familia López que habita tierras que rodean el río Chavascate, entre Candonga y El Manzano, en Sierras Chicas, vienen sufriendo hostigamientos desde hace años por parte de privados que responden a negociados capitalistas.

La comunidad pide que se respeten sus derechos preexistentes amparados en la Ley 26.160, que declara la emergencia en cuanto a la posesión de las tierras ocupadas por familias originarias en el país. Sin embargo, tienen en su contra una orden de desalojo desde hace años. La pandemia evitó la ejecución de una orden judicial que no respeta el interés de lxs verdaderxs dueñxs de las tierras.

El próximo jueves 21 de julio a las 10 horas, la comunidad originaria de Pluma Blanca está convocando a concentrar en Tribunales de Jesús María. Ese día volverán a plantear la suspensión del desalojo, por consolidarlo un atropello que no respeta los derechos de una comunidad que habita y trabaja las tierras en cuestión históricamente, que la familia Luis Remonda reclama afirmando tener supuestamente el título de dominio.

Detrás del desalojo de la comunidad Comechingón se encuentra el interés de capitalistas mineros e inmobiliarios. También las amenazas y presiones judiciales van en función de los señalados intereses materiales y en detrimento del derecho de la comunidad originaria, que tienen sustento en convenios internacionales con carácter constitucional.

No al desalojo de la comunidad Comechingón de Pluma Blanca, por el respeto de los derechos de las comunidades originarias. La tierra es de quien la trabaja y habita.

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