Según un informe de la Universidad Torcuato Di Tella, la pobreza del primer semestre del año alcanzó al 43,4% de la población, el índice más alto desde 2004. Lo anterior revela el fracaso rotundo de los políticos capitalistas que se alternaron en el gobierno, muchos de los cuales se presentan en estas elecciones enarbolando programas que prometen agravar esa realidad.

La misma fuente calculaba una tasa de pobreza del 40,2% en el segundo semestre 2022, con lo que este último dato representa un incremento de 3,2 puntos en la cantidad de personas que habitan hogares cuyos ingresos no alcanzan para costear la canasta básica. Sucede que, mientras la misma varió 111,6% interanual en el primer semestre 2023, el ingreso total familiar lo hizo en un 76,8%.

Tamaña distancia entre el bolsillo popular y el costo de vida es obra de de las paritarias a la baja, promovidas por el gobierno y convalidadas por la burocracia sindical, y de la extensión del trabajo no registrado o precario, donde se pagan los peores sueldos. Vemos cómo la conjunción de la escalada inflacionaria y los topes salariales actúa como vía para transferir recursos del trabajo al capital, empobreciendo a la masa laboriosa y acrecentando la fortuna de las patronales.

Ahora bien, la agenda de la clase capitalista es aumentar esa explotación, por lo que las seis alianzas electorales que tributan a ella acentuarán los niveles de pobreza en caso de de llegar al gobierno. Por un lado, “Unión por la Patria” representa al oficialismo, que aplica actualmente el ajuste que exige FMI y es artífice de la catástrofe social en la que nos encontramos. Sin ir más lejos, en mayo, Massa, con el apoyo del kirchnerismo, redujo un 22,3% interanual, en términos reales, el gasto en prestaciones sociales. A su vez, fijaron una pauta salarial del 60% hasta fin de año, cuando la proyección inflacionaria llega al 126,4%, según el relevamiento que difunde el Banco Central.

Juntos por el Cambio, por su parte, presentó su plataforma, que es un compendio de ataques antiobreros. Incluye la megadevaluación (que licuará los salarios), la reducción de las retenciones (que encarecerá los alimentos), reforzar el ajuste, rebajas a los aportes patronales (desfinanciando las cajas previsionales), añadir cláusulas de flexibilización en los convenios colectivos, eliminar las indemnizaciones, erradicar los programas sociales y la asistencia alimentaria a los comedores, etc. Como vemos, mientras Larreta y Bullrich hacen demagogia con la pobreza, esgrimen un programa que no hará más que profundizarla.

Ni qué decir de la alianza La Libertad Avanza, liderada por Milei, que con el salto devaluatorio que implicaría la dolarización que propone y su “plan motosierra”, el empobrecimiento de nuevos sectores está asegurado.

En contraposición a todas estas variantes del régimen, se presentó como alianza el Frente de Izquierda Unidad, cuyos postulados permitirían verdaderamente salir de la pobreza. Estos son: salario mínimo igual a la canasta familiar, aumento de salarios y jubilaciones ajustado a la inflación mensual, prohibición de despidos y suspensiones, reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados sin afectar el salario, trabajo genuino y 82% móvil. Sumado a la necesidad de concentrar los recursos estratégicos del país en manos de los trabajadores, romper con el FMI y repudiar la deuda usuraria, en función de terminar con la fuga de capitales y destinar el ahorro nacional a la industrialización, a un plan de obras públicas y viviendas acorde a las necesidades, a salud y a educación.

Como la puesta en práctica de esta salida es indisociable de la acción directa de los trabajadores, desde las fuerzas mayoritarias que componemos el FIT-U -Partido Obrero y el MST- convocamos a un plenario de la izquierda y los luchadores, el 17 de junio en la Plaza Congreso, para que la bronca popular contra los partidos tradicionales se traduzca en organización callejera contra el ajuste y en la construcción de una alternativa de poder que responda al interés de las mayorías.

En la jornada tendrá un enorme protagonismo el movimiento piquetero que todos los días le hace frente la pobreza en sus barrios, sosteniendo a pulmón los comedores populares y movilizando por trabajo genuino; muchos de esos activistas participarán del plenario para darle una proyección política a su lucha cotidiana y dotar a la izquierda de un claro perfil combativo. Ser el canal para que los luchadores se conviertan en militantes políticos es el gran desafío y a la vez el principal activo del FIT-U en esta pelea contra los responsables del empobrecimiento del país.

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