En las últimas horas se viralizó una imagen que habla por sí sola. Obtenida en el barrio El Frutillar de Bariloche, la fotografía muestra una fila de más de ciento cincuenta personas en la puerta de la Escuela N°154 aguardando que les asignen un número para obtener un módulo alimentario.

Sin un techo que los recubra, esperan desde alrededor de las 7:00 de la mañana expuestas a temperaturas bajo cero, la nieve o la lluvia, cuando las puertas de la escuela abren cerca de las 9:30 para repartir los módulos alimentarios desde las 10:15, agrupando a las personas dentro del gimnasio e ignorando las pautas de sanidad.

Los módulos alimentarios se reparten cada dos semanas y cada familia recibe solo once alimentos aproximadamente (dependiendo de cada barrio). Se desmienten así los dichos del Secretario de Recursos Humanos del municipio, Juan Pablo Ferrari, quien aseguró que los módulos contienen mas de 30 alimentos e incluyen verduras y carne.

Reclamamos la urgente reorganización del sistema de asistencia alimentaria con el fin de proteger a las familias trabajadoras de Bariloche, aumentando la cantidad de alimentos de los módulos, que incluyan la comida necesaria para cada composición familiar (verduras, legumbres, lácteos, carnes) y que sea entregado semanalmente.

Para que los módulos alimentarios lleguen a todos los hogares que lo necesiten, sin que esto implique un perjuicio para la salud de las personas, deben estar bajo control de los propios vecinos. Desde el Partido Obrero Bariloche reclamamos un seguro de desempleo de $30.000 para todos aquellos trabajadores que lo necesiten. Por el control popular de la cuarentena en los barrios.