Alberto Fernández prometió en junio de 2021 que construiría 100 complejos habitacionales para adultos mayores que no tuvieran vivienda propia, los cuales debían contar con 35 casas y un Centro de Día cada uno. Ahora bien, solo el 5% de esas obras está finalizado.

De las 3.200 casas y 100 Centros de Día anunciados para 2022 como fecha límite, solo se terminaron 160 viviendas. A su vez, 2.000 de esos hogares ni siquiera comenzaron a construirse. Este fraude sale a la luz a partir de un pedido de acceso a la información pública. Como vemos, la tercera edad es la principal víctima del ajuste fondomonetarista del gobierno, no solo mediante la caída de las jubilaciones, sino también respecto a sus condiciones habitacionales.

Ya de por sí el programa oficial, denominado Casa Propia-Casa Activa, era ciertamente limitado: solo podían acceder  las personas mayores de 60 años que no tuvieran inmuebles a su nombre, ni familiares directos con propiedades y estuvieran imposibilitados para acceder a un crédito hipotecario debido a la edad.

Según ese razonamiento, el Estado debería desligarse del cuidado de los adultos mayores para que el mismo recaiga sobre los hijos que poseen una vivienda única. Eso no hace más que agravar el peso del trabajo doméstico que cargan en mayor medida las mujeres al interior de la familia.

Reclamamos la finalización de las obras prometidas, así como también la construcción de hogares para el cuidado de adultos mayores acorde las necesidades. Abajo el ajuste de Massa y el FMI, que se descarga particularmente sobre los trabajadores jubilados.

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