Sociedad

15/12/2020

EL 18 AL OBELISCO

El Gran Buenos Aires sumido en la pobreza y la desocupación

Reforcemos la acción de lucha del Plenario del Sutna a las 16 h del Obelisco a Congreso.

La reciente publicación de un informe del Indec acerca del “impacto del Covid-19 en los hogares del GBA” vuelve a dejar expuestos los resultados de la precaria política asistencial del gobierno y de la nula protección a los trabajadores: la mitad de la población manifestó una caída de sus ingresos, más del 40% sufrió “problemas de empleo” (despido, suspensión, disminución de ingresos) y más del 30% tuvo que reducir al menos un alimento esencial de su dieta diaria.

El informe aborda en concreto el período que va desde el mes de agosto a octubre, con gran parte de la actividad económica ya reestablecida y tras cuatro meses de la implementación de distintas políticas ante la pandemia (IFE, ATP, alimentos, etc.). Sin embargo, las estadísticas colocan la crudeza de una realidad que se ha venido agravando al ritmo de la crisis que antecede a la pandemia.

Las estadísticas del Indec ofrecen un promedio de la realidad del Gran Buenos Aires (CABA y el Conurbano bonaerense), pero las cifras se agravan en la medida que uno se aleja del centro porteño y llega a los hogares más pobres del Conurbano bonaerense, y cuando las familias son más amplias. Así, en los hogares donde reside al menos un niño, niña o adolescente los despidos, suspensiones y recortes trepan casi al 50%.

Además, se mide la incidencia de estos datos según hogar y no según persona, por lo que podrían encontrarse (y seguramente encontraríamos) más de una situación de estas características por núcleo familiar, agravando aún más los números.

Misma situación ocurre con la reducción de los ingresos totales, registrándose un salto del 49,3% (promedio) al 57,1% en los hogares con menores niveles de instrucción, y a una cifra similar para las familias con niños y/o adolescentes.

Otro dato significativo es que un 33,8% de los hogares declaró reducir al menos un alimento esencial (carne vacuna, otras carnes, verduras frescas o leche) debido a problemas económicos. Dentro de este sector, un 25,6% tuvo que reducir dos alimentos; el 14,2%, tres alimentos y el 10% restante, cuatro alimentos. En los partidos del Conurbano la situación vuelve a empeorar, llegando al 38% de los hogares y con picos 44,7% en los sectores con un bajo nivel educativo.

El informe también pone de manifiesto que el 45,8% de los hogares tuvieron que reducir el consumo de productos no alimentarios, ajustando sus endebles economías. Mientras que casi el 30% de los hogares dejó de pagar o tuvo problemas para costear los servicios de la vivienda (gas, luz, agua, tv, internet, etc.).

No es la pandemia, es el ajuste

Las estadísticas publicadas por el Indec tratan de enmarcarse en los efectos nocivos de la pandemia en la economía argentina. Sin embargo, queda claro que la respuesta del gobierno nacional ante tamaña crisis ha estado muy por detrás de las necesidades del pueblo trabajador y ha agravado la pobreza y la desocupación, por sobre la afectación de los intereses privados de los capitalistas.

Estos datos son a pesar de que el gobierno se ufana de una “cobertura social alta” con un 83,6% de alcance, entre una y otra medida resuelta bajo pandemia. Como han enunciado infinidad de veces una multiplicidad de organizaciones gremiales y de desocupados, las políticas de Alberto Fernández han sido menos que escasas y en general han operado como la cortina de humo de un ajuste en regla que se desenvolvió con la liquidación de millones de empleos y la confiscación a los jubilados (suspensión de la movilidad y reforma en curso) y a los desocupados (inflación, desempleo crónico).

Es así que al menos un 11% de los encuestados han manifestado que tuvieron que solicitar un préstamo para poder hacer frente a las obligaciones económicas dirías, hipotecando así su futuro económico.

Hacer omisión a este cuadro -al que se le suman los 2 millones de niños que pasan hambre y los otros 2,5 que sufren déficit alimentario- de retroceso social, económico y humanitario, al tiempo que el gobierno prioriza las negociaciones con el capital financiero, implica un acto de complicidad con esta política hambreadora.

Como contrapunto se inscribe la iniciativa convocada por el Sutna (neumático), que por medio de un plenario abierto de los sindicatos, cuerpos de delegados, seccionales, agrupaciones y el activismo obrero y de los desocupados, resolvió una acción general contra el ajuste para este viernes 18 y una movilización al Congreso cuando se trate la reforma antijubilatoria.

La única vía para revertir las cifras de pobreza y hambre que devuelven las políticas antiobreras de este gobierno, la oposición patronal y el FMI, es la unificación de las distintas expresiones de lucha en una acción concreta, en vistas al paro general y a un plan de lucha para derrotar esta ofensiva e imponer una salida propia de los trabajadores.