Sociedad

25/7/2023

El incendio en Villa Crespo ilustra la crisis de vivienda que recorre todo el país

Los políticos capitalistas son responsables.

Incendio producido en un asentamiento de Villa Crespo.

En el límite entre Villa Crespo y Chacarita explotó una garrafa y fue cuestión de horas para que las llamas se expandieran por todo el asentamiento. Veinticinco vecinos que habitaban en el predio contiguo a las vías del ferrocarril San Martín, a metros de Corrientes y Dorrego, debieron evacuar durante la madrugada del martes, mientras sus casillas de chapa y madera eran consumidas por el fuego. Dos de ellos se encuentran hospitalizados.

El incendio se llevó todas sus pertenencias y los dejó sin un techo donde guarecerse, en una tragedia que podría haberse evitado si el gobierno de Larreta les hubiera garantizado una vivienda digna y acceso a los servicios públicos, en lugar de disponer la tierra y la obra pública al servicio de la especulación inmobiliaria, condenando a las familias trabajadoras de CABA a vivir en condiciones de hacinamiento y precariedad.

La falta de planes de vivienda y la ausencia de políticas de urbanización de barrios precarios, villas y asentamientos no es un rasgo distintivo de la Ciudad de Buenos Aires, sino una orientación compartida por todos los gobernadores provinciales y por el gobierno nacional, los cuales combinan el ajuste en materia de extensión de servicios esenciales con la defensa de los negociados inmobiliarios que encarecen el metro cuadrado y expulsan hacia los márgenes a las mayorías populares, obligándolas a asentarse en sitios insalubres. Como vemos, el derecho a la vivienda digna es pisoteado por todos los políticos capitalistas.

Sin ir más lejos, el Censo realizado el año pasado arrojó que 4 de cada 10 hogares no poseen conexión de gas natural o electricidad, lo cual agrava el riesgo a que se produzcan incendios al emplear medios menos seguros para cocinar y calefaccionarse. A su vez, el 5,5% de los hogares del país no cuenta con baño o letrina dentro de la vivienda, el 9,1% no tiene arrastre de agua en su inodoro y el 37,4% carece de desagüe cloacal. Por otra parte, el 14,6% de las viviendas no tiene acceso al agua de red (potable) y el 7,7% directamente no recibe agua por cañería adentro de su domicilio. En cuanto al régimen de tenencia, el 34,5% de los hogares no está habitado por sus propietarios.

Además, los gobernantes son responsables de la pobreza creciente y el alza de precios en el corralón, que vuelve cada vez más lejana la posibilidad de construir una casa con materiales resistentes y menos inflamables. También son los primeros en enviar a la policía para desalojar a aquellos que, en busca de un lugar donde vivir, recuperan terrenos ociosos. Como ejemplos tenemos la represión ordenada por Kicillof y Berni en Guernica, o la orquestada por Larreta en la toma “Fuerza de mujeres” de la Villa 31.

Reclamamos al gobierno porteño que dé asilo e inmediata reparación económica a las familias que vieron arder sus casas, junto al título de propiedad sobre los lotes que ocupan. Así como también luchamos por tierra y vivienda para toda la población y un programa que recomponga los ingresos populares en pos de revertir las carencias que conforman el día a día de los sectores más postergados.

Para resolver la crisis habitacional que envuelve al país es necesario crear un banco de tierras ociosas y fiscales donde construir vivienda popular, urbanizar los barrios pobres, extender el tendido de servicios básicos para que lleguen a todos los hogares y universalizar el crédito hipotecario (a tasa cero, con cuotas que no excedan el 10% del ingreso familiar). Ese plan de viviendas y urbanización debe ser controlado por los propios vecinos, emplear mano de obra desocupada bajo convenio y financiarse mediante un impuesto progresivo y permanente a la vivienda ociosa y a los desarrolladores inmobiliarios, la ruptura con el FMI y el repudio de la deuda usuraria.