Sociedad

16/10/2008|1059

El “rescate”de Riquelme

El mundillo de los hinchas del fútbol se ha conmocionado con la actual crisis de Boca. En el centro de ella, como no podía ser de otra manera, está el polémico 10 Juan Román Riquelme.

La actual pelea interna de jugadores, dirigentes y técnico ha refrescado la famosa frase de Diego Latorre (otro “conflictivo” de hace algunos años), de que Boca es un cabaret. Hasta el propio presidente de Boca, en una de sus frases más infelices, lo ha certificado: “Se cerró el cabaret”.

Los hinchas más fanáticos del fútbol dicen que para ocultar la cuestión Riquelme se ha inventado ahora una crisis capitalista mundial y se hacen caer todas las bolsas del mundo. Pero, bromas aparte, paradójicamente, al igual que en la crisis mundial, el presidente de Boca ha salido al “rescate” de Riquelme: “Debemos sentirnos orgullosos de tenerlo en el club”. Las encuestas señalan que el 57% de los hinchas de Boca responsabilizan al jugador por la actual situación.

Como un bombero loco, el presidente Pompilio quiere apagar el fuego con nafta. Las declaraciones en defensa incondicional de Riquelme lo han hundido por no saber tomar distancia de un conflicto. Han defenestrado definitivamente al técnico que en Boca tiene sus días contados y han creado una mayor división entre los jugadores, lo cual indica que la llamada crisis de Boca al igual que la crisis capitalista mundial… recién comienza.

En el fondo de esta crisis (como en todas) hay un problema económico. Riquelme juega en la Argentina y cobra como un crack europeo. Tiene un contrato que es único en la historia en clubes argentinos. Boca le pagó al Villarreal: para repatriar a Riquelme 12 millones de euros. El contrato de Riquelme le asegura por dos años lo que cobraba en el Villarreal tres millones de dólares anuales durante 2008 y 2009. El contrato de Riquelme tiene un adicional único en la historia del fútbol profesional, de que 2010 Riquelme jugaría “gratis”.

Teniendo en cuenta que el jugador mejor pago de Boca después de Riquelme es Palacios, que cobra un millón de dólares anuales, las diferencias económicas entre Riquelme y los demás son siderales. Su “repatriación” huele por todos lados a una operación política. La “vuelta” de Riquelme tiene el sello inconfundible de los efectos que provoca Macri, sirvió como operación electoral pero… la vida sigue.

La pobre actuación de Boca en los últimos tiempos ha exacerbado estas diferencias. Las características absolutamente polémicas del jugador ya lo han enfrentado con sus técnicos en el Barcelona y en el Villarreal.

Posiblemente el año “gratis” de Riquelme nunca llegue por alguna “razón”. La situación se tensará entre Boca y Riquelme. Quedará en el folclore futbolístico, los pro y contra del enganche, la “rebeldía” del 10, su estilo de juego tan particular, y el técnico pagará los platos rotos de la operación política de una repatriación que cada día se tornará más conflictiva. Así como se hizo famosa la frase del “cabaret”, acá se aplica la famosa frase de Al Pacino en “El padrino”: “Nada personal, es sólo negocios”.