Sociedad
12/6/2020
El silencio del régimen ante los abusos en la infancia: los auxiliares del falso SAP
El "Síndrome de Alienación Parental" y los medios masivos de comunicación. Una revictimización constante también en pandemia.
1º Coordinadora Centro de Estudiantes Terciario del Juan B. Justo, Comisión de Géneros del IES
Hace unos días, en el programa de Alejandro Fantino “Fantino a la tarde” (el cual sale por América TV), se difundió información sobre el falso SAP (síndrome de alienación parental). La difusión de una problemática tan grave como son los abusos en las infancias atenta de lleno contra todes les que lo vivieron, así también contra todas las infancias y los derechos que venimos peleando dentro del movimiento de mujeres y disidencias en las calles.
Alejandro Fantino, junto con otros panelistas, se dedicó a validar los típicos discursos mentirosos y misóginos de la cultura y justicia patriarcal dentro de este régimen social. El tema fue presentado como “una noticia bomba” que viene de España, y es que se dispararon los supuestos casos de Síndrome de Alienación Parental (SAP) como uno de los efectos colaterales de las medidas de aislamiento por la pandemia de Covid-19.
Ahora, ¿qué es el SAP?
Su precaria definición dice que es aquella situación que sucede cuando “el padre o la madre” manipulan al menor para ponerlo en contra del otro o la otra. La misma fue creada por el pedófilo confeso y médico psiquiatra yanki Richard Gardner en el año 1985, quien creó la Fundación de la Falsa Memoria para la CIA, donde se realizaban torturas a niños. Se suicidó antes de que lo condenarán por sus crímenes de abuso sexual infantil.
En la práctica actual, es una bandera de los sectores antiderechos y una figura judicial que invocan los acusados de abuso sexual. Hasta el día de hoy, y luego de grandes batallas conquistadas por el movimiento de mujeres y disidencias, las madres (que son muchas) cuando denuncian los abusos sexuales que padecen les niñes son perseguidas por la justicia y todo su lobby clerical por “llenarle la cabeza a sus hijes” en contra del progenitor o algún varón de la familia. Hemos visto que los carteles contra el Abuso Sexual Infantil (ASI) y el Falso SAP levantados en cada marcha cada vez son más.
Es de gran relevancia aclarar que parte de la comunidad científica internacional sigue rechazando las ideas de Richard Gardner, fueron cuestionadas por algunos profesionales que consideran al SAP (PAS) un invento pseudocientífico para enmascarar el abuso sexual infantil. Según la Asociación Mundial de Psiquiatría, la Asociación Médica Americana, la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría -que publica el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales- el SAP no constituye una entidad médica ni clínica.
Los límites de la Ley Micaela y la lavada de cara a un estado responsable
Hace más de dos años, se aprobó la Ley Micaela a nivel nacional. La misma prevé capacitación en cuestiones de género y violencia hacia las mujeres a todas aquellas personas que desempeñen funciones públicas en los tres poderes del Estado.
La aprobación de dicha ley se enmarca en una profundización de la lucha del movimiento de mujeres y disidencias, como una respuesta “deformada” del parlamento, porque ninguna capacitación va a revertir la hostilidad de clase y género de sus instituciones, que sistemáticamente se colocan por fuera de las reivindicaciones del movimiento. Incluso, a pesar de la ardua lucha que dan las madres y familiares de las víctimas de ASI, son los mismos funcionarios del poder quienes se amparan judicialmente de este falso síndrome para perseguir, hostigar y revictimizar -a punto tal de absolver y dejar sin cargos ni penalidad- a los abusadores denunciados.
Hablar del SAP y darlo como algo que sucede, es decir una entidad equivoca, es sin duda no considerar al niñe como sujeto de derechos, que porta una voz y cuenta lo que padece. Desestimar una denuncia por Abuso Sexual Infantil con el argumento de que “les pibes son fácilmente manipulables” es común en la violencia machista y en el exceso de poder, el esclavismo que se ejerce sobre les que (dado el origen patriarcal de nuestra sociedad) son más vulnerables.
De hecho, la mayoría de los abusadores que la justicia deja libres presenta una estructura neurótica-obsesiva y se desarrolla en un ambiente familiar que naturaliza ciertas prácticas y abusos de poder desde la temprana infancia. Las madres, que caminamos los pasillos de tribunales, sabemos que les auxiliares de la justicia del Cuerpo Médico Forense nunca encuentran pruebas suficientes para procesar a los imputados por abuso sexual infantil -sería más fácil concluir que son todes cómplices ¿no? El séquito que ampara a los abusadores se amiga con los peritos de la defensa, compran fiscales o tienen una estructura más alta que les permite encasillar a les jueces -porque también hay funcionarias mujeres que responden a los intereses más intrínsecos del poder que condenan a las madres y sus hijes. De acuerdo a un informe de Unicef sobre ASI, de cada 1.000 abusos que se comenten, se condena a uno solo. Las estadísticas oficiales han revelado que la gran mayoría de los abusos sexuales contra niñes y adolescentes sucede en el entorno intrafamiliar (80% y 75%) acorde al programa “Las víctimas contra las violencias” (Ministerio de Justicia).
La Ley Micaela, como todas las políticas públicas del “innovador” Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, desde el barbijo rojo y el whatsapp a la línea 144 (donde sus trabajadoras realizaron hace poco una huelga por sus derechos laborales denunciando la precarización laboral a la cual se someten), son una herramienta modesta para tapar con cinta scotch una verdadera herida que oprime a las mujeres, a las infancias y a las trabajadoras.
La iglesia: entre las concesiones con los bloques del parlamento y los auxiliares de pedofilia
Si empezamos a derribar estructuras, vemos que en los pasillos del Poder Judicial, desfilan operadores de la pornografía infantil, de la prostitución, de la pedofilia y la corrupción de menores. En nuestro país, como en el mundo entero, hay muchas fundaciones que se ocultan bajo la supuesta defensa de los derechos del niñe y en realidad operan la pedofilia.
No es nuevo que bajo la potestad de defender la institución “familia” heteronormativa y el “matrimonio sagrado”, las iglesias operan con un rol de contención social y oscurantista para convencer a las madres -e incluso encubrir a los curas abusadores en sus filas- de que no lleven adelante la denuncia.
En una misa que protagonizó el Papa Bergoglio el año pasado tuvo comentarios como: “el Santo Padre comprende que para muchos sobrevivientes y víctimas es difícil encontrar una señal de misericordia, pero él sabe que el mensaje de misericordia del Evangelio es, en última instancia, una poderosa fuente de sanación y de gracia”. Queda en evidencia que es el propio Vaticano quien elabora un sistema de encubrimiento de pederastas y pedófilos mundial.
El agrupamiento más conocido de encubridores y protectores de abusadores hace llamarse “Los Padres del Obelisco”, quienes realizaron un documental llamado “Borrando a papá”. Apadeshi (padres alejados de sus hijos) en su página se enorgullecen diciendo “27 años en defensa de la Familia y sus derechos”. José María Bouza es fundador, abogado y presidente de Apadeshi, que en 1988 conoce a Gardner en Columbia, traduce su obra y repite el negocio brindando patrocinio jurídico y asistencia psicológica, con el fin de llenarse los bolsillos a costa de la defensa de pedófilos. Fue repudiado en su participación de la 1°Jornada Nacional de Salud y FF.HH., mesa redonda “Infancia y DDHH”, justamente por sostener el Falso SAP.
Miles de definiciones reciben las madres a la hora de acusar (con todo el proceso psicológico que conlleva para ellas y sus hijes) a un violador: locas, alienadoras, rebeldes, despechadas, feministas y zurdas. Les auxiliares que cumplen con el trabajo de juzgar y perseguirlas sostienen que, “por despecho o venganza”, inventaron la historia y se la implantaron a sus hijes para alejarles de sus progenitores (teniendo en cuenta que uno de cada cinco niñes son abusades sexualmente).
Incluso, vale aclarar que para llevar a cabo los distintos procedimientos judiciales (abogadas, psicólogas, trabajadoras sociales, perito psicológico, entre otros), las madres -que integran la clase trabajadora- deben afrontar solas todos estos gastos. Muchas de ellas incluso, desocupadas o perciben un salario por debajo de la canasta básica familiar.
Como si fuera poco tanto sufrimiento y tanta revictimización, los violadores vuelven por más. Piden a la justicia la tenencia de les niñes, enjuician a sus madres y se pasean por la vida con total impunidad como si nada hubiera pasado. ¿Y saben qué? La justicia se los concede realizando revinculaciones forzadas, desoyendo una vez más la voz de les niñes y la de sus madres. Incluso hoy, vemos como los canales de televisión son funcionales y se encargan de venderlos como pobres corderitos, pero la realidad encubren su verdadera faceta: son lobos. Y muchísimas veces, estos lobos, con la complicidad clerical y judicial, vuelven a convivir con les niñes abusades.
La violencia intrafamiliar aumenta en cuarentena y la ESI se corta como el wifi
Producto de la pandemia y el Aspo (aislamiento social preventivo y obligatorio) en los hogares, los casos de abuso sexual infantil se dispararon ampliamente y reflejan que la violencia hacia les niñes y las mujeres no se tomó cuarentena.
El rol importante de la escuela quedó demostrado en una estadística que llevó el año pasado el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, mostrando que casi el 80% de los niños, niñas y adolescentes pudo comprender que fueron abusades después de recibir clases de Educación Sexual Integral en el colegio.
Sin embargo, hace 14 años que se implementa la ESI y no se logra que sea en su totalidad. Un motivo central es la existencia del artículo 5 de la ley correspondiente, que permite que cada institución dicte ESI “acorde al ideario institucional”, permitiendo la injerencia directa de las iglesias en los contenidos con un manto oscurantista. Esto se ha visto extremado en la intromisión en las escuelas de la violenta campaña “Con mis hijos no te metas”, en contra de los que ellos denominan “ideología de género”.
El ataque a la ESI se ve también en la formación docente, no solo por escasa implementación sino que es atacada en los lugares donde se dicta -es el caso del reciente cierre del postítulo gratuito de ESI del terciario porteño Joaquín V. González para docentes. Les educadores no contamos con capacitaciones en servicio que nos doten de las herramientas teóricas y prácticas para trabajar.
La educación sexual integral en nuestra formación docente como así también en todos los niveles del sistema educativo es una herramienta fundamental y clave para poder brindar contención, información y detectar muchas veces el abuso sexual que padecen nuestres alumnes.
Sigamos organizándonos por poner en pie un movimiento de mujeres y disidencias independiente de los gobiernos de turno, por un Consejo Autónomo de Mujeres a partir de los 13 años, promoviendo la elección popular de jueces y fiscales con revocabilidad y procesamiento. No al pago de la deuda externa. Por la separación de la Iglesia y el Estado, como así también la implementación real de la Educación Sexual Integral: científica, laica y respetuosa de las diversidades sexuales. Subsidios para las víctimas de ASI para afrontar los procesos judiciales, como así también, refugios ya para todas las víctimas de violencia de género. Apertura ya del postítulo de ESI del Joaquín V. Gonzalez. Construyamos en todos los ámbitos estudiantiles y lugares de trabajo comisiones de género con presupuesto propio y gabinetes interdisciplinarios.
¡Nuestra lucha y la emancipación de toda la clase obrera no se toma cuarentena! El Estado es responsable.