Sociedad

28/7/2022

Escándalo en el partido Patronato-Barracas Central

El negocio del fútbol está íntimamente ligado a la corrupción.

Recuperemos el fútbol como deporte y recreación para las mayorías populares.

La corruptela en el negocio del fútbol se volvió a colar en un partido y derivó ahora en un gran escándalo, con cuatro jugadores y un integrante del cuerpo técnico de Patronato de Paraná detenidos al finalizar el encuentro con Barracas Central, el club que maneja desde hace más de 20 años la familia Tapia, la del Chiqui, presidente de la AFA. Era un partido importante porque ambos equipos se jugaban puntos clave para la permanencia en Primera, división por la que pasan, no de manera excluyente, los negocios más importantes que se arman alrededor del fútbol.

La inmensa mayoría de los periodistas deportivos que opinaron sobre el tema sostienen que se forzaron las situaciones en el juego para cobrar a favor del club de los Tapia, dando vuelta el resultado del partido. Otro tanto había sucedido a principios de este mes en un partido entre Barracas Central y San Lorenzo, cuando el mismo árbitro había dado vuelta el resultado con dos fallos ampliamente cuestionados a favor del primero.

Para los Tapia, no se trata, en lo inmediato, de ninguna pelea por el título o la jugosa participación en campeonatos internacionales, sino de mantenerse en la Primera división, lo que supone seguir en la “crema” del negocio, recibir sumas mucho más abultadas que en las otras categorías por los derechos televisivos y la posibilidad mayor de venta de jugadores porque es una vidriera más amplia y visible. Los puntos eran tan importantes que, si Barracas no se llevaba esos 6 de los partidos con Patronato y San Lorenzo, hoy estaría ubicado entre los dos candidatos al descenso, donde está instalado su oponente en el partido.

Un dato que muestra el alcance del negocio del fútbol en la Argentina es el de los derechos televisivos que pagan las multinacionales ESPN y TNT –que salen de los bolsillos de los hinchas que pagan el pack- y que hoy superan los $10.000 millones anuales que se distribuyen (inequitativamente), con montos mayores para los clubes de Primera que para los de las otras categorías.

Otro dato lo aporta el medio especializado en el negocio del fútbol Trasfermarket, el cual indica que el valor de mercado de los planteles de los 28 equipos de Primera alcanza hoy a los 744 millones de euros. El del modesto Barracas Central, que acaba de ascender a la máxima categoría, está valuado por el mismo medio en más de 5 millones de euros.

Solo en el actual mercado de pases, los denominados “cinco equipos grandes” de Primera invirtieron u$s 24.531.000 millones en la compra de jugadores, lo que suma otro dato a la dimensión del dinero que se mueve alrededor de este juego que naciera como amateur y para la sana competencia entre equipos de clubes fundados para la diversión y la práctica del deporte de la población de los distintos barrios o ciudades donde se creaban.

Hoy han pasado a ser regenteados por distintas mafias, vinculadas con sectores del poder político, económico y de la burocracia sindical, como los Macri y los Moyano, entre otros, que utilizan a los clubes como plataformas de poderío, de instalación pública y de enriquecimiento y los vacían, y, en muchos casos, los hunden hasta la quiebra, de la cual suelen salvarse porque, para toda la burguesía, el show debe seguir.

El deporte más popular del mundo, con clubes que nacieron de los amantes del fútbol, en muchos casos de los sectores obreros y populares, que mueve y conmueve a miles de millones de personas en todo el planeta, está siendo totalmente confiscado por los capitalistas y se aleja cada vez más de sus legítimos dueños, los hinchas y los que aman el fútbol.

Los guerra de intereses y la consiguiente corrupción que desnaturaliza el sentido del deporte tiene, como correlato, el componente de los arreglos espurios y de los resultados amañados. Recuperar el fútbol como deporte y recreación para las mayorías populares es una tarea que solo un gobierno obrero puede llevar a cabo.

https://prensaobrera.com/politicas/mucho-mas-que-otra-crisis-de-gabinete-un-gobierno-agotado