Sociedad

27/7/2020

Familias de la Línea Sur aisladas por la nieve

El Estado es responsable y no da respuestas

Cientos de familias aisladas por fuertes nevadas en Línea sur. Fotos: Nelson Pouso

La Línea Sur, esta zona mayormente de estepa de Río Negro, se encuentra entre San Carlos de Bariloche y Viedma. La región está atravesando un singular fenómeno climático, el cual provoca fuertes nevadas y bajas temperaturas desde hace varias semanas. Así en el resto de la Patagonia.

Como consecuencia de esto se ha producido el cierre de las rutas provinciales y el aislamiento de muchas localidades y parajes de la Línea Sur de Río Negro, como Ñorquinco, Fitamiche, Fita Tomen, Paso de los Moyes, Chequeniyén, Panquehuau, Cerro Alto, Panquehuau, Cañadón Chileno, Laguna Blanca, Cerro Negro, Corralito, Pilcaniyeu, Comallo, Ingeniero Jacobacci y Mencué entre muchas otras.

Esto provocó que cientos de familias, compuestas en su mayoría por personas mayores y niños, se encuentren aisladas. En algunas zonas se ha reportado hasta 1,30 metros de nieve y temperaturas que superan los -10°C, lo cual está afectando seriamente al ganado ovino. Las máquinas de vialidad nacional ya eran pocas, y no alcanzan para paliar esta situación.

La situación para los pequeños productores y comunidades mapuches se agravó por partida doble. En primer lugar, el decreto del aislamiento obligatorio por la pandemia impidió que los pequeños productores puedan abastecerse de leña –única fuente de calefacción en la zona-, alimentos y forrajes para los animales. Esta actividad es imprescindible y suele hacerse durante los meses del otoño, que coincidieron con la cuarentena. Ni el gobierno de Arabela Carreras, ni los intendentes municipales ni comisionados de fomento pusieron a disposición los recursos necesarios para prever esta situación, que se podía advertir incluso antes de las primeras nevadas. En segundo lugar, son las mismas grandes nevadas de las últimas semanas las que agravan la situación, teniendo en cuenta que quedan por delante los meses invernales. Las familias que lograron acercarse a alguno de los pueblos para abastecerse de alimentos tuvieron que sortear al abuso de los precios que ningún municipio controla.

Una larga historia de desidia

La composición social de esta zona comprende pequeños productores de ovinos, asentados en tierras fiscales en la mayoría de los casos. Muchos de ellos no superan el promedio de 200 animales, lo que las condiciones del campo permiten y lo que permite el sustento, a través de la venta de lana (una vez al año) de no más de una familia tipo para el año redondo. Incluso muchos trabajan de peones en grandes estancias para complementar el ingreso familiar.

Estas familias de campesinos y comunidades mapuches ven agravada la crisis económica y social preexistente en la región. Por un lado, los elementos causados por los azotes climáticos: las sequías consecutivas, la erupción volcánica del año 2011 (que todavía tiene algunos coletazos y en su momento dejó un tendal de productores con muy pocos animales).

Pero la crisis se agrava fundamentalmente por la desidia del gobierno rionegrino que tiene una larga historia, de al menos 40 años. La falta de presupuesto para la región que imposibilita condiciones de vida dignas favoreció la migración de los campesinos e integrantes de comunidades mapuches a las principales ciudades de la provincia. En los últimos años, en esta zona, han cerrado varias escuelas rurales y otras se están vaciando. Detrás de estos hay un claro objetivo político, las megamineras y magnates están expectantes y agazapados para ocupar, con la complicidad del Estado, estas tierras.

Así las cosas en la Línea Sur. En los últimos días la demagogia de los gobiernos municipales de todos los colores políticos y la gobernadora Arabela Carreras (Juntos Somos Río Negro) están a la orden del día. Las redes sociales oficiales del gobierno hacen alarde del trabajo que hacen los trabajadores de la salud, municipales, bomberos, de vialidad nacional, etc. “Los héroes son los trabajadores de Estado” esbozó la gobernadora en una de sus publicaciones de Instagram. Mientras los trabajadores estatales como los de la salud, trabajan en total precariedad, con salarios a la baja, contratos precarios y aguinaldo desdoblado. Los agentes sanitarios de los parajes son los que con temperaturas extremas, mucho esfuerzo físico y en la mayoría de los casos a caballo han llegado, fuera del horario y día de trabajo, a algunas casas a asistir a las familias.

Ante esta situación la promesa de ayuda por parte del Estado rionegrino se debe expresar en acciones inmediatas. La urgente intervención y disposición de los recursos estatales para asistir a las familias campesinas y comunidades mapuches con alimentos, forrajes para los animales y leña. Reforzamiento en el área de Vialidad Nacional y Provincial para asegurar el tránsito en rutas y caminos. Garantizar la asistencia sanitaria y económica a las familias en contexto de pandemia.

 

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