El 28 de diciembre, en horas de la tarde, familiares y amigos de Lucas Escalante se movilizaron frente a la fiscalía de Florencio Varela. Al momento de escribir esta nota ya han pasado 20 días de ocurrido el asesinato de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas, y no hay ningún progreso en cuanto a la aparición del joven o el seguimiento de una pista sobre la institución policial, a todas luces sospechosa de haber participado de los hechos.

En primer lugar, el comisario mayor, Centurión, padre y tío respectivamente de dos de los detenidos (Cristian y Maximiliano respectivamente) está de vacaciones y no ha sido siquiera imputado, ni se le ha tomado ninguna declaración (ni testimonial ni indagatoria), cuando el negocio de los vales de nafta del que participaban los dos detenidos no ha sido obra del azar, sino de alguien con peso en la Bonaerense.

Tampoco se ha incursionado en la Escuela de Policía Juan Vucetich, en la que es cadete el hijo del comisario, y, por lo tanto, un posible origen de la participación de este en el negocio de los vales de nafta. No ha habido una investigación de la foto de uno de los detenidos, sacada por el celular de una de las víctimas, que se activó al intentar ser desbloqueado. En este contexto, los mencionados detenidos han optado por un hermético mutismo, lo cual revela que hay un pacto mafioso de silencio para preservar los negocios rentables de la Bonaerense.

Hay un detalle sustantivo: la cara chamuscada del hijo del comisario al momento de su detención y la evidencia de las cámaras de seguridad que lo filmaron comprando un bidón de nafta en una estación de servicio cercana a su casa, en un horario aproximado al encuentro de Lucas y Lautaro para consumar la entrega de los vales de nafta.

La Bonaerense, mientras tanto, se ha dedicado a aprietes, entre otros, el del comisario de la cuarta de Bosques (Florencio Varela), de apellido Argañaraz, que amenazó a uno de los familiares de las víctimas, con “meterlo en cana” si seguía haciendo tantas preguntas.

La familia de Lucas Escalante, que lucha por su aparición con vida, ha reclamado el apartamiento de la Bonaerense de la investigación y que la misma pase a manos de la Federal. La respuesta de la fiscalía fue que no hay constancia de la participación directa de los agentes de la Bonaerense en este delito. Una verdadera infamia que tiene la finalidad de encubrir a la policía corrupta y responsable mayor de la inseguridad. Queda en evidencia la santa alianza entre el aparato judicial y el policial.

Todo el apoyo a la lucha de los familiares por justicia por Lautaro y aparición con vida de Lucas.