Esta semana, el ministro de gobierno de Formosa Jorge Abel González anunció, en la conferencia diaria del Consejo Integral de Atención a la Emergencia Covid, la adaptación de un espacio físico para que funcione como centro de alojamiento en la localidad de Bartolomé de las Casas. El anuncio fue promocionado, con la prepotencia que caracteriza al ministro, como una política para combatir la pandemia, autorizando el ingreso a la provincia a 98 originarios que retornaron de Salta tras finalizar las cosechas.

La naturaleza de estas medidas del gobierno provincial de Gildo Insfrán quedó clara rápidamente. Este viernes 2 ha tomado estado público la denuncia de familiares de 42 de los aislados, que desde el día jueves por la tarde, se manifiestan a la vera de la ruta nacional 81, para pedir mejores condiciones para sus hijos y familiares. Sucede que se encuentran en un predio policial en el monte, donde el gobierno montó docenas de carpas en la intemperie, con más de 40 grados de calor y sin agua ni energía eléctrica.

En su parte diario del mismo viernes, González justificó esta discriminación explícita argumentando que, desde el gobierno, consultaron con un grupo de familiares; según las palabras del funcionario, estas habrían manifestado su conformidad con el lugar y las condiciones.

Este hecho escandaloso e inhumano vuelve a mostrar el carácter racista de un gobierno que somete al hambre y a la miseria a los pueblos originarios, y debe ser repudiado por toda la sociedad.

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