La situación en la Ciudad de Buenos Aires es alarmante. Ya son 80 mil los vecinos y vecinas afectados por los cortes de luz y agua intermitentes y prolongados.

Los vecinos en el barrio de Almagro no aguantan más. Después de organizarse de forma aislada en distintas esquinas, ayer, lunes 13 de marzo, se organizaron vecinxs autoconvocadxs para cortar Av. Corrientes y Billinghurst para denunciar su situación. Este barrio en particular, viene sufriendo cortes de luz desde el 9 de febrero, en medio de la novena ola de calor y con temperaturas que alcanzan los 40 grados.

Esto está teniendo consecuencias directas en la salud de la gente, sobre todo en los adultos mayores que están sufriendo descompensaciones y la comunidad vecina debe llamar a los bomberos para asistirlos. También en la situación socioeconómica: la gente debe tirar la comida podrida y vencida de las heladeras, después de haber hecho las compras del mes, en un contexto de una suba generalizada de los alimentos y con una inflación interanual del 100%.

Edesur, sin respuesta pero con tarifazos

La empresa directamente se burla de los vecinos. No responden el teléfono y solo se comunican mediante la aplicación por Whatsapp para preguntar si sigue el conflicto o no. Aunque la semana pasada enviaron una cuadrilla, nada cambió para la realidad de los vecinos. Pero no se olvidaron de mandar las boletas con un aumento del 36% por un servicio que no fue utilizado, y sin ningún tipo de respuesta para la devolución del dinero que implicó perder la comida de las heladeras o los electrodomésticos que se rompieron, producto de la baja tensión constante.

Los gobiernos son responsables

La desinversión en el sistema energético es una responsabilidad de todos los gobiernos que gobernaron en las últimas décadas. El gobierno nacional de Fernández continúa la política de subsidio y le perdona las deudas millonarias de más de 100 millones a Edesur y Edenor. Rodríguez Larreta tampoco dice palabra alguna porque es cómplice.

Esta política de rescate a las privatizadas por medio de subsidios millonarios, un esquema dispuesto hace veinte años tras la salida de la convertibilidad, fracasó. Se trata además de una subvención indirecta al capital, abaratando el costo de reproducción de la fuerza de trabajo, y, por lo tanto, el gasto en salarios.

Ahora, que el FMI exige una reducción de esos subsidios, con tarifazos para compensar, los perjudicados somos los trabajadores que, entre muchos otros ataques al bolsillo, debemos pagar más caro por servicios sumamente deteriorados.

Por todo esto necesitamos respuestas. La única forma de visibilizar y lograr obtener respuestas es en la calle. Por eso, hoy, martes 14 de marzo, volvemos a cortar Av. Corrientes y Billinghurst a las 19hs y en una asamblea de vecinos se decidirá cómo continuar el plan de lucha. La puesta de un generador es una solución temporal que reclaman los vecinos de forma inmediata. También la devolución del dinero de toda la comida y electrodomésticos averiados.

Pero este problema debe ser solucionado de fondo: se deben abrir los libros de toda la cadena energética, a fin de verificar los costos reales y cuál fue el destino de los subsidios estatales, en pos fijar tarifas acordes a las necesidades sociales. Esto, en el camino de nacionalizar bajo control obrero toda la industria energética para orientarla al desarrollo industrial del país, planificado en función del interés mayoritario.

Pongamos de pie asambleas de vecinxs en todos los barrios para resolver el conflicto y hacer oír nuestra voz.

 

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