Sociedad
21/10/2020
Guernica: un censo bajo control obrero
La lucha por tierra cumplió tres meses y sigue firme, mientras se derrumba el relato del gobierno.

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Las últimas semanas los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires intentaron instalar en los medios de comunicación la idea de que la recuperación de tierras de Guernica había sido prácticamente vaciada, quedando sólo 150 familias. Sin embargo, un censo que se está realizando en estos días pone de manifiesto la masividad del reclamo que mantiene a centenares y centenares de familias luchando por un pedazo de tierra para vivir desde hace ya tres meses, cuando comenzó esta lucha allá por el 20 de julio.
El censo no sólo desarma el relato del gobierno, que viene intentando desalojar “pacíficamente” el predio con aprietes y amedrentamientos, así como con la amenaza de un desalojo violento a manos de Sergio Berni, el cuál aún se encuentra vigente desde el 15 hasta el 30 de octubre según la resolución del Juez Rizzo. El censo que se realiza tiene la particularidad de estar elaborado y condicionado por los criterios de los vecinos y vecinas, y de las organizaciones que apoyan esta lucha incondicionalmente, a la vez que es supervisado por organismos de derechos humanos como el Cels y Serpaj, entre otros.
Es un verdadero censo bajo control obrero. Las preguntas que intentó colocar el gobierno para avanzar en su objetivo inicial y permanente, hasta el momento, de desalojo del predio fueron bloqueadas sin miramientos. Por ejemplo, los funcionarios de Desarrollo Social intentaron peguntar si las familias podrían alojarse transitoriamente por sus propios medios en algún lugar mientras esperan hasta seis meses para recibir un supuesto lote que nadie conoce. No solo que eso implica desalojar el terreno a cambio de una promesa sin ninguna garantía, sino que además demuestra que el gobierno aún no reconoce un problema social que se ha potenciado con los 500 mil despidos y la caída de los salarios que hacen insostenibles los alquileres, así como la pandemia que hace intolerable el hacinamiento.
El objetivo del censo es el de desarmar una vil maniobra política del gobierno de Kicillof, de querer instalar en la opinión pública que sólo las organizaciones de izquierda son las que quedan en el predio de Guernica, tarea de la que se encargó especialmente el ministro Larroque, que lidera la primera parte de un plan de desalojo que completaría Berni. Sin embargo, el supuesto vaciamiento del predio de Guernica está muy lejos de la realidad.
Tres meses sin propuesta de tierras
El cristinista Axel Kicillof y sus ministros camporistas deben mirar de frente a la realidad social y asumir que la recuperación de tierras de Guernica es la expresión de un déficit habitacional que alcanza a 4 millones de familias. Pero por ahora no han presentado una propuesta de solución al reclamo; es decir, no aparecen los lotes anunciados con bombos y platillos que alcanzarían los 80 mil en toda la provincia.
Los 78 lotes “presentados” por los funcionarios recientemente no pueden siquiera ser tenidos en cuenta como una propuesta; obviamente fueron considerados como insuficientes por parte de las asambleas de forma unánime. Menos aún el traslado de 200 personas a clubes o carpas al estilo de un campo de refugiados, que fue rechazado de plano también en las asambleas. El mandato es claro, tierra, tierra, tierra…
Una lucha firme y un gobierno en problemas
La ausencia de una solución al reclamo de las familias de Guernica tienen por base la orientación social de este gobierno, que es la de defender la especulación inmobiliaria. Por ello, la regla en estos meses es el desalojo violento -como el propio Berni lo reconoce- no la entrega de tierras. Los intendentes presionan en esta línea con Blanca Cantero, Espinoza e Insaurralde a la cabeza. Sin embargo, la lucha por tierra se puede ganar, y tenemos como ejemplo la Bibiana en Moreno donde las familias obtuvieron nuevas tierras a cambio de las tierras donde permanecían. Guernica tiene una gran organización asamblearia, con un cuerpo de delegados en acción, que ha sido la base para los planes de lucha que han logrado instalar el tema nacionalmente, y este no es un factor menor en la búsqueda de la victoria.
Este gobierno, que recula frente a los poderosos grupos económicos y al capital financiero y tiene por objetivo avanzar en un plan de ajuste y reformas antiobreras, no ha podido aún cumplir con un reclamo de los especuladores inmobiliarios (los verdaderos usurpadores) y de la burguesía que es el desalojo de Guernica en pos del “respeto a la propiedad privada”. El desenlace de una acción así puede ser un factor de aceleración de la crisis política en un cuadro económico y social muy complejo.
El triunfo de la lucha de Guernica es de interés para el conjunto del movimiento obrero y de los explotados, por ello debe ser apoyada incondicionalmente. Esta lucha se puede ganar. Como ha sido hasta ahora, el plan de acción seguirá en desarrollo por un reclamo claro: tierra para vivir.
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