Sociedad

2/8/2007|1003

Harry Potter y la magia del mercado

En enero de 2005, en la City de Londres se lanzó con bombos y platillos el fondo de inversiones NyLon Capital. El fondo no sólo sería manejado por “algunas de las más brillantes estrellas de la comunidad financiera londinense (The Wall Street Journal, 28/6), sino que, además, contaba con el respaldo de algunos de los mayores bancos de la plaza (Barclays, Morgan Syanley, Lehman Brothers y Merrill Lynch). Toda una garantía. Con estos “nombre” detrás, el fondo reunió rápidamente los 1.200 millones de dólares iniciales comenzar a operar.


Pero apenas habían pasado quince meses cuando los inversores comenzaron a reclamar su dinero ante las primeras pérdidas y las evidencias de mal manejo de las inversiones. Algunos inversores presentaron demandas en la Corte denunciando que las decisiones de inversión “fueron influenciadas por un astrólogo y un experto en feng shui, una práctica esotérica china.


¿Qué llevó a este fondo a caer bajo? Constreñidos a colocar miles de millones de dólares y a obtener de esas inversiones un alto beneficio, encontraron que ni el ‘mercado’ ni los ‘sofisticados modelos matemáticos’ daban ‘señales’ a los inversores. Con balances truchados, inversiones apalancadas (en base a deuda), burbujas inflándose en todos lados, abundancia de dinero fácil (a baja tasa de interés), operaciones de cobertura cruzadas, hipertrofia financiera, las ‘señales’ del mercado resultaban tan inútiles como las de un brujo. Lo acaban de confirmar todos los fondos que, en las últimas semanas, perdieron miles de millones… sin el concurso de ningún mago.


A su manera, lo ocurrido hace un año con el fondo ‘astrológico' era un síntoma de un estallido financiero en ciernes.