Las familias trabajadoras sufrieron un golpe brutal a sus ingresos luego de la megadevaluación de diciembre que hizo saltar los precios. Por lo tanto, apelan cada vez más al endeudamiento para poder comprar artículos básicos.

Según los datos del Banco Central, en enero 2024 aumentaron 19,9% en términos interanuales las operaciones con tarjeta de crédito, mientras que los montos de esos pagos crecieron apenas a un 5,1% real en el mismo período. Esa disparidad ilustra que se está utilizando más la tarjeta de crédito pero para compras más chicas. Tal es así, que, en diciembre 2023, el medio de pago más utilizado en los supermercados fue la tarjeta de crédito y su uso en dichas superficies fue 243,3% superior que en el mismo mes del 2022, según las estadísticas del Indec.

De este modo, todo el límite de los plásticos se va en la compra de productos de primera necesidad, razón por la cual está fracasando el programa Cuota Simple -que vino a reemplazar el Ahora 12-, ideado para financiar la adquisición de electrodomésticos y bienes más onerosos. Mientras que en febrero 2023 hubo 6,4 millones de ventas por Ahora 12, en febrero de este año se registraron 2,7 millones por Cuota Simple, mostrándose infructuoso a los fines de mitigar la caída del consumo.

Sucede que los hogares no llegan a fin de mes y deben tarjetear las compras de comida, productos de limpieza y artículos de higiene personal, acrecentando el endeudamiento familiar. De este modo, el bolsillo popular no solo se ve confiscado por la inflación en favor de las empresas que remarcan precios y el Estado a través del IVA, sino también por las entidades financieras bancarias y no bancarias que cobran los intereses de esas tarjetas de crédito, y los punitorios usurarios en caso de pagar el mínimo.

Los sectores de menos ingresos, que no cumplen los requisitos para acceder a una tarjeta de crédito bancarizada, deben recurrir a los créditos a sola firma cuya tasa es más elevada. En ese sentido, la fintech Credicuotas informó que en 2023, 6 de cada 10 personas que solicitaron préstamos a la financiera lo hicieron para cubrir necesidades esenciales.

Es necesario recomponer los salarios de manera urgente y ajustarlos a las inflación, de manera tal que la población trabajadora no necesite endeudarse para consumir. Por otra parte, el sistema financiero debe ser nacionalizado y puesto bajo control de los trabajadores, en función de terminar con la usura y dirigir el crédito del país al desarrollo industrial y a consagrar el derecho a la vivienda propia de todos los argentinos.

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