Sociedad

31/3/2021

Hipotecas UVA: entre la quiebra y los especuladores buitre

Una situación que se encuentra al borde del estallido.

Quienes accedieron en el año 2016 a los “innovadores” créditos hipotecarios UVA se encuentran al borde de una situación límite: la acumulación de aumentos implica una inflación por arriba del 500% desde que fueron lanzados, sumado ahora a las cuotas congeladas. Cuando las cuotas llegan a cifras impagables, los especuladores inmobiliarios acechan a los hipotecados en quiebra.

En marzo del 2016 –cuando comenzó- una cuota UVA era equivalente a $14, mientras que en la actualidad alcanza los $72. No se trata de algo menor ya que a la hora de otorgarse los créditos bajo esta modalidad, el monto del capital y las cuotas son convertidos a esta Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), las cuales dependen del CER que sigue la evolución de la inflación y el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Esto quiere que las sumas adquiridas, y sus cuotas, dependen de la evolución de estos indicadores y no de la capacidad de pago de quienes accedieron estos créditos con la expectativa de una salida “viable” a la adquisición de una vivienda propia.

El fenómeno que estamos presenciando es el del ahogamiento financiero de los denominados Hipotecados UVA, quienes en su casi totalidad pasaron de abonar cuotas que implicaban alrededor de un 25% de sus ingresos hasta más del 60% de sus salarios.

Esto se debe a que los salarios, durante estos años, no acompañaron a la inflación, la cual fue ganando lugar, incrementando los valores de las cuotas y el capital adeudado, por lo cual muchos de estos créditos terminan haciéndose impagables.

Banqueros y especuladores

Desde el Banco Central señalan que solo el 0,6% de los hipotecados se encuentra en una situación de morosidad, por lo que desde el gobierno y el flamante ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, ningunean el asunto.

Se trata de una omisión deliberada, ya que como denuncian desde el colectivo Somos Hipotecados UVA, las cuotas se debitan automáticamente de los salarios, sin dar lugar a ningún resguardo de los ingresos, por lo que los hipotecados deben realizar drásticos recortes en otros aspectos de su vida, donde sí acumulan deudas de todo tipo.

Desde el sector financiero e inmobiliario señalan que a pesar de estas “dificultades”, los créditos UVA son una inversión rentable ya que la valorización en dólares de los inmuebles en proceso de adquisición supera los incrementos del capital y las cuotas en pesos. También omiten que quienes ingresaron a esta modalidad lo hicieron para acceder a una vivienda propia, en un mercado crediticio prohibitivo, con pisos de ingresos inalcanzables y no como especuladores inmobiliarios.

De allí también la propuesta del sector inmobiliario de que los hipotecados UVA se desprendan de la propiedad adquirida, vendiéndola en el mercado a un precio inferior y sacando una supuesta diferencia a su favor: se trata de una estafa que busca consolidar la posición de los especuladores sobre la base del quebranto económico de miles de familias.

Hasta el cuello

A los problemas señalados se suma el plan de “convergencia” del gobierno, por el cual las cuotas congeladas durante el 2020 son adicionadas paulatinamente (aumentos de entre el 6% y 9% mensuales) a las cuotas ya acrecentadas por la inflación, durante unos 18 meses.

Los analistas ya estiman que el acumulado del valor implicará subas de hasta el 65% en un año, empujando a los hipotecados a las garras de los banqueros y especuladores. No solo los salarios no alcanzan a cubrir estos incrementos, sino que en muchos casos los hipotecados han perdido sus fuentes de empleo durante la pandemia o han visto disminuir sus ingresos.

Rechacemos los negocios de la banca y los especuladores. Por la nacionalización de la banca, sin pago y bajo control obrero. Que las cuotas no superen el 25% del ingreso familiar. Por un plan de obras públicas y viviendas para satisfacer la enorme demanda habitacional y terminar con los negocios a expensas de los trabajadores.