Ambiente

26/11/2009|1110

Jujuy, los convenientes negocios

Una lucha enardecida es la que llevan los vecinos de Villa Las Rosas, El Chingo y Punta Diamante en la capital jujeña, desde hace más de un año, en contra de la instalación de una planta transformadora de la prestadora chilena Ejesa, con capacidad para cinco transformadores de una potencia de 15.000 a 20.000 Kw.

Este proyecto debería ser controlado por el Enre y, entre otras cosas, Ejesa debería respetar las normas de la resolución de la Secretaría de Energía Nº 77 que dice, por ejemplo, que no se pueden instalar este tipo de estaciones cerca de escuelas, hospitales, zonas urbanas, zonas deportivas, cuencas hídricas, etc. El alcance del campo electromagnético afectaría muchas de estas manzanas, produciendo con el tiempo distintas enfermedades cancerígenas, malformaciones en los niños y hasta la muerte.

Este proyecto de Ejesa fue aprobado el 23 de octubre de 2008 por la Dirección de Medio Ambiente, que convocó a audiencia pública por medio del Boletín Oficial, de modo que nadie se enteró. El 27 de octubre la norma fue aprobada.

El 16 de enero de este año, la Secretaría de Medio Ambiente le ordenó a la Dirección de Medio Ambiente que suspendiera la construcción de la transformadora hasta tanto Ejesa completara los estudios. Con esa resolución, admtió que la factibilidad emitida en favor de la empresa en 2008 era nula porque se sustentaba en estudios incompletos. Sin embargo, se autorizó el trazado de cables el 11 de septiembre del año pasado, antes de la aprobación de la Secretaria de Medio Ambiente y de la Susepu, sin pedir consultas a Medio Ambiente de la municipalidad.

Como se ve, los entes de “control” están al servicio de la empresa. El meollo de la cuestión es que en medio de las grandes barriadas, de las escuelas, universidades, el costo de la planta sería de 5 millones de pesos y fuera del ejido urbano el costo treparía a 20 millones.