Sociedad

7/8/2014|1326

Julio Grondona

VIDELA GRONDONA2

Grondona fue electo en 1979, en plena dictadura, y su mandato atravesó el de doce presidentes. Amigo del poder, dirigió con mano dura la AFA, supo utilizar el lugar clave que ocupa el fútbol en el humor popular para negociar su permanencia, tanto con los gobiernos de turno y empresas comerciales como con los dirigentes de clubes.

Cuando corrían rumores sobre una movida para su destitución, en agosto de 2009, la AFA firmó con el gobierno la televisación gratuita, a través de la TV Pública, de los partidos de fútbol en lo que se denominaría FPT (Fútbol para todos). Para firmar este acuerdo rompió el contrato de exclusividad por cable (pago) que había firmado con TSC (Televisión Satelital Codificada).

Si bien el contrato con el Estado beneficiaba económicamente a la AFA (con un aumento del 125% respecto de lo percibido con TSC), esta movida tuvo un rol político central. Néstor Kirchner venía de perder las elecciones a diputados en la provincia frente a De Narváez, luego del conflicto con el campo en 2008. Grondona no sólo gambeteó su destitución, sino que se convirtió en socio político del gobierno.

La televisación pública del fútbol, así como la ley de Medios, se convirtieron en armas que el gobierno quiso utilizar en su disputa con el grupo Clarín.

En el reciente Mundial, todas las fichas estuvieron puestas en la propaganda oficial durante las transmisiones. Para esto no tuvo empacho en asociarse con la “corpo”. Los derechos de transmisión son de la empresa Torneos, que los compró a la Fifa hace seis años en sociedad con Televisa. Torneos, a su vez, se los vendió a TyC, Direct TV Sports y Canal 7. La transmisión del mundial fue, por lo tanto una coproducción entre TyC (los que, según Cristina, “secuestraron los goles”) y FTP (los que los rescataron). FPT pagó 26 millones de dólares por los derechos del Mundial” (Clarín, 31/5). El monopolio de la propaganda oficial mostró la verdadera cara de la ley de Medios, dando por tierra con las ilusiones de participación y espacios para los “medios independientes y alternativos”.

La situación actual del acuerdo es crítica. Por un lado, el déficit por subsidios a FPT es inmenso y, a su vez, el dinero entregado se ha devaluado. Del 125% de aumento inicial se ha pasado a sólo un 30% más de lo que cobraría la AFA si siguiera vigente el contrato con TSC.

Las empresas de cable han abierto un nuevo negocio, sin mayor inversión, al ofrecer a sus abonados, pago mediante, la transmisión de los partidos por HD (alta definición).

La asimetría AFA rica y clubes pobres se ha agudizado. Ni hablar del pleno poder de las barras bravas y su uso por los partidos patronales.

El nuevo campeonato de primera, con nuevo formato y ampliación a 30 equipos, servirá de base para un nuevo negocio prácticamente cerrado por Grondona con el gobierno y empresarios privados: el del Prode y apuestas online. Como siempre, no son las implementaciones técnicas lo que está en discusión, sino lo que empresarios privados se quedan por contrato. Cristóbal López, histórico socio de los Kirchner, pica en punta para obtenerlo. Las apuestas online son el gran negocio del momento en el deporte, pero conllevan ya innumerables denuncias de partidos y resultados “arreglados”.

La sucesión de Grondona, lejos de ser un hecho del deporte, es una cuestión de Estado.

El cambio no podría venir de los que han acompañado a Grondona, sino de los trabajadores.

Ricardo Goldin