Sociedad

13/7/2006|954

La cabeza dura de Zidane (y de otros)


Una comisión de la Fifa investigará si hubo alguna razón válida para la reacción de Zidane en el partido final de la Copa. Se dice que habría sido insultado racialmente por su rival italiano. El hecho no deja de ser curioso, porque en este momento son decenas de miles los perseguidos raciales por parte del gobierno Chirac-Sarkozy, al punto que quienes no manejen el francés, serán pasibles de expulsión. Se ha desatado una cacería para repatriar a miles de inmigrantes sin papeles, incluidos sus hijos nacidos en Francia.


 


El argelino-francés Zidane, como otros jugadores y aun las selecciones, siguieron un guión de la Fifa y se pronunciaron contra el racismo, pero no se le ocurrió, sin embargo, aprovechar su visibilidad mediática y protestar públicamente contra las expulsiones de inmigrantes en Francia y la cacería de escolares, por ejemplo, antes de empezar la final de la Copa. Un jugador inglés, hace unos años, había llevado una camiseta interior que luego hizo ver, levantándose la de su equipo, con una leyenda de apoyo a una huelga portuaria en Liverpool. Varios partidos se iniciaron exponiendo una protesta contra el racismo, mientras los gobiernos de la Fifa persiguen a inmigrantes, los expulsan y hasta los matan (en especial el socialista Zapatero).


 


En síntesis, Zidane no hizo nada contra los que atacan a los que han inmigrado a Francia como ocurrió hace tiempo con su propia familia, y fue a los homenajes que dos días más tarde le brindó el racista Chirac a la selección francesa. Obviamente, quizás pedimos demasiado de un quien ha hecho del deporte una profesión. Pero entre racismo va y racismo viene, hay que recordar que el Mundial sirvió al encubrimiento de un horrendo crimen contra los pueblos.