Sociedad

8/5/2019

La denuncia del ajuste en ciencia y técnica irrumpe en el horario central de la televisión

Frente al recorte presupuestario, una bióloga participó del programa de preguntas y respuestas “¿Quién quiere ser millonario?” para solventar sus investigaciones.

La bióloga Marina Simian durante su participación en "¿Quién quiere ser millonario?"

El programa ¿Quién quiere ser millonario?, un show de preguntas y respuestas que reparte premios en plata y es conducido por Santiago del Moro en Telefé, se constituyó en una tribuna masiva para que se conozca el ajuste en el área de ciencia y técnica promovido por el gobierno.


La bióloga Marina Simian se presentó en el ciclo para intentar hacerse con los fondos pero no para un uso personal, sino para poder continuar con las investigaciones que realiza sobre el cáncer y las posibilidades de curarlo, ya que la secretaría de Ciencia y Tecnología, dirigido por el ex ministro kirchnerista Lino Barañao, no entrega partidas presupuestarias que permitan tales estudios. “No nos depositan los subsidios que tenemos ganados y tenemos que trabajar. Me anoté porque soy osada y me pareció una oportunidad. Pueden venir cuando quieran a ver el trabajo que hacemos –dijo la científica a Del Moro–. Está difícil. Y uno le pone mucho, es mucho esfuerzo”. El programa obtuvo 15 puntos de rating, lideró el prime time y mostró a grandes audiencias las consecuencias de la política de ahogo de la investigación científica que motoriza el gobierno de Mauricio Macri.



En declaraciones a Página/12 la bióloga, que investiga tratamientos contra el cáncer de mama, dijo: “Todo lo que gané va a ser empleado en la compra de insumos para el proyecto de investigación. Estamos muy cortos de plata para trabajar, tengo un subsidio grande ganado y el gobierno deposita el dinero a cuentagotas. Lo concursé en 2016, lo obtuve en 2017 y empezamos a cobrar el año pasado, pero nos vienen pagando de modo discontinuo. Debería obtener unos 320 mil pesos al año y nos mandan la mitad. Es todo muy difícil, tengo cinco becarios que necesitan trabajar”. Por otro lado, reconoció que lo obtenido es limitado en cuanto a los objetivos de sus estudios: “Es una ayuda que oxigena pero no alcanzará por mucho tiempo. Puedo salvar el año, al menos. Los insumos medios de cultivo, anticuerpos, están dolarizados y con la devaluación la compra se ha convertido en todo una aventura. Comprarlos en Argentina sale tres o cuatro veces más que lo que cuestan afuera”. Los presupuestos que maneja el área de ciencia, cuando se entregan, no son actualizados ante la megadevaluación macrista ni a la inflación.


“El episodio muestra la situación de degradación que vive hoy la investigación científica y el Conicet –dice a Prensa Obrera Lucía Maffey, miembro de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), la agrupación que protagonizó grandes movilizaciones contra las políticas del gobierno e incluso ocupó la sede de la secretaría de Barañao para enfrentar los despidos en el Conicet–. Los pocos proyectos aprobados en 2014 se realizan con partidas que no incluyen una actualización inflacionaria”.


“Los Proyectos de Investigación Plurianuales (PIP) no se pagan hace años. Los Proyectos de Innovación Científica y Tecnológica (PICT) se pagan fuera de término, ahora se empezaron a pagar los de 2014, sin actualización post devaluación. Los Proyectos de Unidad Ejecutora (PUE) sólo fueron pagados en sus primeras cuotas. A esto debe sumársele que los salarios de los investigadores del CONICET están por debajo de la línea de pobreza y los de los administrativos aún más: muchos trabajadores están renunciando porque cobran 16 mil pesos. Además, se congelaron los presupuestos para viajar a congresos en el exterior o realizar congresos científicos en la Argentina, con lo cual se impide la realización de proyectos conjuntos o la capacitación para continuar investigando en base a otras experiencias fuera del país. Cuando se votó en 2016 el proyecto que vaciaba la investigación científica planteamos que esto sucedería. Hoy gran parte de los científicos debe elegir entre emigrar o trabajar de otra cosa”.


Simian en su laboratorio: investiga una cura para el cáncer de mama.


–¿Qué salida plantean?


–La agrupación JCP plantea una partida presupuestaria de emergencia, la actualización de los montos de los presupuestos de los proyectos en realización y un aumento salarial de emergencia.


La constatación en un programa de entretenimientos de la desidia gubernamental para financiar investigaciones que apuntan a la cura del cáncer mientras paga religiosamente los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y brinda beneficios a los capitalistas locales y extranjeros causó indignación en las redes sociales, ante la decisión desesperada tomada por una científica para no tener que abandonar estudios que podrían realizar un beneficio social mayúsculo. Es necesario reorganizar el país sobre nuevas bases sociales bajo la dirección de los trabajadores.


 


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Cínico: diputado de Cambiemos felicita a Simian

por Redacción



En el marco del gran debate público sobre el tema la participación de la bióloga Marina Simian en un programa de preguntas y respuestas con el fin de obtener recursos para sus investigaciones sobre el cáncer que el Estado le viene retaceando, el diputado nacional por Cambiemos Facundo Garretón tuiteó: “Felicitaciones Marina Simian de Galuzzi! No sabía que habías participado, me alegra mucho que hayas ganado y que esto sirva, aunque sea una pequeña parte, para tu investigación”. Se trata, claro, de una exposición de altísimo cinismo tratándose de un legislador macrista.


Garretón se lanzó a la política en 2014, mientras procesaba la venta de su empresa InvertirOnline, que finalmente se ejecutó en 2018 por 1.300 millones de pesos a Supervielle. El año pasado, ya había protagonizado un episodio nefasto al someter su voto sobre la cuestión del aborto a una encuesta web, para terminar votando contra la legalización de este derecho de las mujeres.