La droga refuerza las cadenas de la dependencia política y económica
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"Los barrios pobres, como el mío, no van a tener políticos, ni astros de fútbol, ni grandes dirigentes; porque todos nuestros jóvenes se están muriendo por la droga, o se están quemando el cerebro". Dora Ybañes (Madres de los Pañuelos Negros, Tucumán).
Según la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), se mueven por año en el país unas 181 toneladas de drogas por un valor de 3.577 millones de pesos -cocaína, 73 toneladas, por 3.229 millones de pesos y marihuana, 108 toneladas, por 348 millones de pesos). Es decir que por mes se trafican 15.000 kilos; y por día, 500 kilos.
El Frente para la Victoria, la UCR y el FAP presentaron un proyecto de ley de despenalización al consumo de drogas que se empantanó en el debate cuando se comprobó que el Estado es indiferente y presenta grietas metodológicas a la hora de combatir la drogadicción y el narcotráfico, por lo que el primer derrotado fue el gobierno quien impulsó enérgicamente la campaña despenalizadora sin otro horizonte de que se pueda pasear fumando un faso.
El problema ha dejado de ser el avasallamiento de las libertades individuales de los hijos de los funcionarios que tiran manteca al techo. No estamos frente al niño de la casa que se enfiesta las veces que se le canta y por lo tanto si quiere terminar con su vida parasitaria y suicidarse hay que brindarle todo para que consiga su fin. El país entero está sitiado en sus posibilidades de desarrollo ya que al fruto que se está pudriendo de raíz es la flor y nata del pueblo trabajador que, sin educación, sin trabajo o por el contrario tercerizado en largas jornadas, no tiene futuro. La mujer contó que su hijo "se ahorcó por los efectos que hicieron las drogas en su cabeza. Tengo un nieto que se droga y no podemos sacarlo. En Tucumán, como en la mayoría de las provincias, no hay servicios de salud adecuados para tratar a los adictos ni centros de rehabilitación". Lo que contó Dora Ybañez a la Agencia de Noticias Nova es estremecedor; más aun con la canallada que hizo de su drama familiar la senadora Beatriz Rojkés, esposa del gobernador José Alperovich: "al menos ahora, Dora, vas a dormir tranquila, porque tu hijo no está más en la calle", le dijo la "Cachavacha" Rojkés, en junio de 2010, a una semana de la muerte de su hijo. Dora reflexionó y expresó: "en qué manos estamos si le dicen cosas así a la madre de un chico muerto".
Las mujeres denuncian que en Tucumán "gobierna el narcotráfico" y mueren entre 15 y 20 chicos adictos por mes, mientras Alperovich le da Planes Argentina Trabaja a quienes venden droga" (Agencia Nova). Dora señaló: "soy madre de un adicto muerto, tengo cuatro hijos en la calle y nietos adictos. El Paco y la marihuana están envenenando a nuestros hijos, despenalizar el consumo es como asesinar a nuestros chicos". Edith Haberte, otra madre en Tucumán con hijos adictos, afirma: "es muy lindo hablar desde una actitud bohemia y desde un escritorio de despenalizar, de permitir la droga con control médico. Pero seamos prácticos y veamos la realidad de los pobres. ¿Quién va a controlar lo que se consume? Además, los chicos de mi barrio empezaron con la marihuana y ahora se drogan con lo que encuentran, la marihuana es la puerta de entrada".
El diario "El Cronista" accedió a un estudio de Isonomía Consultores hecho en mayo de este año sobre la despenalización del consumo de marihuana, casi el 70% se pronunció contrario al proyecto. En 2011, el Estado no ha pagado durante más de cinco meses a los centros de rehabilitación de adictos. Esas ONG contratadas por el gobierno han difundido que la discontinuidad en los pagos destruye equipos enteros de profesionales de primer nivel que emigran a buscar el sustento en otros lugares, entonces los pacientes recaen una y otra vez por el ajuste del Estado.
Estas realidades hablan por sí solas de las carencias del Estado y de su inercia frente a un problema de enfermedad de una masa importante de jóvenes. El narcotráfico viene de la mano de la trata de personas y de la prostitución y del blanqueo de dinero de esos delitos. Y para blanquear, lo mejor es la especulación inmobiliaria, la construcción de edificios de lujo, los casinos y los bingos, todo un paisaje que el poder político sin ninguna ingenuidad ha permitido se instale en todo el Gran Buenos Aires. El poder político permite que las comisarías estén en connivencia con los narcos, por lo tanto "la culpa no es del chancho…".
Finalmente una reflexión sobre las adicciones que, según la OMS, son una enfermedad que involucra no sólo al paciente sino a terceros, familiares, amigos, etcétera: es una enfermedad física y psicoemocional, una dependencia tremendamente fuerte que quiebra la voluntad. Cuando se produce una epidemia de cualquier enfermedad -sea gripe A, tuberculosis u otra endemia que involucra a las grandes masas del pueblo-, se coloca a todo el servicio médico asistencial en emergencia. La transa de 500 kilos diarios de droga indica que las adicciones han escalado más allá de lo personal; afectan no sólo las libertades individuales, sino que están pudriendo las bases sociales y colocan en severo peligro al tesoro más preciado de cualquier grupo humano, aunque se use el discurso de estar disponiendo de todos los elementos para que la juventud sea protagonista del futuro.
En cada cambio social las adicciones masivas fueron resueltas por la revolución triunfante. El decreto Nº 1 del gobierno obrero ruso fue clausurar todas las destilerías de alcohol y quemar las reservas de alcohol para preservar la lucidez de un pueblo que masivamente estaba alcoholizado la mayor parte del día. En medio de una revolución de tinte nacionalista en Argelia que llevó un largo proceso de 1954 a 1962, el Frente de Liberación Argelino en cada barrio que liberaba fusilaba a narcos y proxenetas estableciendo nuevas condiciones de convivencia. Cada revolución tuvo su experiencia para cortar las raíces de las adicciones que hipotecaban el futuro de la juventud y el país. Si los narcos no gobiernan aún, se están preparando. Es necesario intervenir ahora.