En la previa de la movilización del 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, comenzó un cruce en redes sociales entre Vanina Biasi y Manuel Adorni, que continuó incluso el 18 de marzo alrededor del piquetazo nacional. Todo comenzó cuando el vocero presidencial, en su conferencia de prensa diaria, aseguró que se descontaría el día a las mujeres que ejercieran su derecho a parar y manifestarse. Vanina entonces le retrucó por X (ex Twitter) que “no importa cuánto amenaces, vamos a enfrentarlos y les vamos a ganar”.

La respuesta a eso por parte de Adorni, calificada por prácticamente todos los medios como “insólita”, fue en realidad en tono de burla y provocación: “Te desafío a un Age II mano a mano y vemos si realmente tenés razón”. Claramente, forma parte de una estrategia de ridiculizar al movimiento de mujeres y diversidades en particular, y al movimiento popular en general. Esa “ridiculización” no llega solo del lado libertario, sino que también lo vimos en su momento con Alberto Fernández afirmando que estaba “orgulloso de haber terminado con el patriarcado”, mientras su gobierno no actuaba en ningún sentido para combatir la violencia de género y los femicidios, que no cesan. Años de demagogia, con un Ministerio de Mujeres que era una cáscara vacía, sirvieron de plafón para estas provocaciones.

Frente a eso, Vanina Biasi respondió con altura, primero no haciendo lugar a la burla: “No te distraigas con el Age II, gamer tardío. Te vamos a ganar en la calle y con la ola verde hecha tsunami”. Pero además, luego de la movilización y en clara referencia al juego, acompañó una foto de la movilización con el mensaje “En una partida de Age II esto es la rebelión de las aldeanas. Adorni te destruimos el castillito. Fin”

En una partida de Age II esto es la rebelión de las aldeanas. @madorni te destruimos el castillito
Fin. pic.twitter.com/NLZKIF8Lko

— Vanina Biasi (@vaninabiasi) March 9, 2024

La repercusión del cruce en la comunidad del juego

El cruce entre Adorni y Vanina Biasi tuvo notoria repercusión mediática, y por supuesto eso incluyó a la comunidad gamer, en especial quienes son jugadores o seguidores del Age of Empires 2. El primero en hacerse eco fue “Nacho AoE”, un streamer especialista en el juego, uno de los principales creadores de contenido relacionado al Age en Latinoamérica. Sin entrar en demasiadas consideraciones sobre la polémica política, Nacho analizó el cruce en su canal de YouTube y hasta fue entrevistado por distintos medios debido a su propuesta de transmitir una posible partida entre Vanina y el vocero presidencial.

A partir de la difusión de Nacho, el cruce llegó a una bastante grande y fiel comunidad de seguidores del juego, que tiene expresión en distintas redes (en Facebook hay grupos que superan los 100.000 miembros), suscitando todo un debate al respecto. El jugador canadiense “Hera”, el mejor jugador del momento en torneos profesionales y residente argentino, hizo declaraciones y posteó varias publicaciones sobre el cruce, celebrando fundamentalmente la publicidad que esto le daría al Age en nuestro país. Lo mismo ocurrió con uno de los responsables del Age en la compañía Microsoft, desarrolladora del juego.

Estas aburrido? Estabas. pic.twitter.com/NodIGTxnbv

— Nacho AoE (@NachoAoe) March 14, 2024

Age of Empires: el juego y las referencias en la polémica

El Age of Empires es un juego de Estrategia en Tiempo Real (RTS) lanzado en 1997 y que tuvo (y tiene) una enorme popularidad entre varias generaciones que vivieron la llegada masiva de las computadoras personales a los hogares y el boom de los cybers. La provocación de Adorni busca simpatizar con esa amplia franja etaria que retiene el juego como un símbolo de esa época. Pero un poco más allá del chiste infantil, una polémica que el vocero presidencial quiere instalar está relacionada con uno de los elementos por lo cual el juego ha mantenido su vigencia y por lo que es ampliamente recordado. A pesar de ser un juego de estrategia de guerra, el desarrollo económico y tecnológico es mucho más importante que en otros juego del género. Recolección de recursos, desarrollo de tecnologías y el avance de edades son pensadas estratégicamente para poder derrotar al enemigo en el plano militar. Incluso, más de la mitad de las 200 unidades de cada jugador son aldeanos y aldeanas que suelen estar destinadas a la recolección de recursos y construcción, mientras que una parte minoritaria son unidades militares.

Trolls de Adorni salieron a festejar el chiste porque su dominio de macroeconomía(?) sería decisivo en un eventual duelo con “los zurdos”. Las risas se terminan rápido para quienes tienen un mínimo conocimiento del juego, ya que es conocido entre los jugadores de Age que si uno se dedica solo a hacer granjas y desarrollar su economía va a ser arrasado más temprano que tarde por el enemigo. En las salas de juego son un clásico las burlas referenciando a estos jugadores con el Simcity o Farmville (juegos justamente dedicados a construir ciudades o recolectar recursos). Por el contrario, el espíritu combativo de la piquetera Vanina podría tener un mayor éxito al sacar sus unidades al combate desde las primeras edades. Bloquear recursos estratégicos del rival resolvería la partida antes que un jugador de tipo boomer (que se dedica a crear masivamente aldeanos y no pelear hasta avanzado el juego) pueda empezar a desarrollar su “macroeconomía”.

https://twitter.com/CasasFederico/status/1767665101178343736/video/1

Por supuesto, la economía en el juego es importante, y hasta debiera ser aleccionadora para los “libertarios”. En el Age, como en la historia, lo que permite avanzar de “edades”, desarrollar tecnologías nuevas y generar saltos en la “producción” de recursos y unidades militares es la acumulación económica. En un análisis marxista histórico, esto es elemental para entender el desarrollo de la humanidad que llevó al modo de producción capitalista, que significó un salto respecto de los modos de producción anteriores.

El juego, principalmente el segundo de la saga que es al que Adorni hace referencia, mantiene una vigencia de más de 20 años y sus fans han logrado que en 2017 Microsoft vuelva trabajar en él luego de una década de abandono, relanzando el juego con un nuevo motor gráfico (Definitive Edition) y actualizando regularmente con nuevas civilizaciones y campañas. Estas últimas están basadas en hechos históricos, y desarrollan en los marcos del juego el derrotero de civilizaciones y personalidades como Juana de Arco, Genghis Kahn, Saladino, William Wallace, entre otros. Como lo reflejan numerosos testimonios, es un juego que llamó a muchos de sus usuarios a interesarse por la historia.

En una de las nuevas civilizaciones de esta nueva era del Age, los Borgoñeses, aparecidos en 2021, disponen de una llamativa tecnología única: Revolución Flamenca. Todos los aldeanos y aldeanas, históricamente destinados al trabajo, se transforman en milicias y se suman a la batalla. El desbalance que esa oleada que el nuevo ejército provoca en el campo de batalla suele ser definitoria si el enemigo, adoptando una posición super defensiva, puede detener el asedio y matar la mayoría de las 200 unidades militares que invaden el mapa, el borgoñés se queda sin aldeanos y sin muchas más opciones que la rendición. En cambio, si la revolución avanza implacable sobre el enemigo, y salvo que este entienda que el asedio es imparable y se retire antes de ver el fatídico final, en pocos minutos no quedarán más que escombros de toda su civilización.

Si bien el juego establece diferenciaciones de clases (aldeanos, unidades militares, reyes, monjes), no se encuentra desarrollada la lucha entre esas clases, una cuestión clave en la historia de la humanidad. Las civilizaciones aparecen como una unidad “nacional”, donde no tienen lugar los conflictos de intereses contrapuestos al interior de las mismas. En la historia real, que seguimos escribiendo, la lucha de clases es lo que dominó el desarrollo de las civilizaciones y de la humanidad. En ese sentido, y volviendo sobre el debate que originó esto, la “rebelión de las aldeanas” que reivindica Vanina Biasi y el Partido Obrero es la de las clases explotadas contra los explotadores, en Argentina y en todo el mundo.

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