Sociedad

13/5/1987|181

Barrio Santa Marta

Las causas de la falta de luz y sus peligrosas consecuencias

Toda una zona del Barrio Santa Marta permanece sin luz. El resto de la barriada se encuentra en graves dificultades con el servicio, debido a la falta de tensión, lo que significa que se arruinan constantemente las heladeras y televisores.

Esta realidad, muy similar a la de la mayoría de los barrios de Cuartel Noveno deja una lección. La vecinal de Santa Marta se ha ido a entrevistar con las autoridades de SEGBA. Los atendió el señor Sapalorto, quien dijo que no podía hacer nada porque el 80 por ciento del barrio tiene luz “enganchada” y que “esa es la razón de las dificultades” ¡Pero lo que los vecinos le fueron a decir es que quieren regularizar la instalación de luz”! En realidad, la respuesta de las autoridades de SEGBA revela que éstas no tienen interés en solucionar el asunto. Las cuadrillas de SEGBA se la pasan arreglando la luz en la zona burguesa de Lomas y Temperley. Si las fábricas Bieckert, VASA o Firestone tienen un “problemilla”, a la media hora lo tienen solucionado. Todo el presupuesto está al servicio del mantenimiento de los intereses de los explotadores,

Aunque el Señor Sapalorto dice que la culpa de la falta de tensión es la cantidad de “enganchados” que hay en la zona, la verdad demostrada y comprobada es que la tensión es baja porque los transformadores no sirven: son viejos y de bajo volumen, aun para los vecinos que están oficializados. Los cables están constantemente al rojo vivo, sin que SEGBA ordene medida alguna para remediarlo. Esto pone en peligro los artefactos del hogar del trabajador, y por, sobre todo, la vida de los pibes y las familias que juegan y circulan cerca de los transformadores.

El Partido Obrero de Santa Marta impulsa junto a la vecinal la movilización independiente ante SEGBA para que se instale bien la luz y se pongan transformadores adecuados. Asimismo, denuncia la actitud pasiva y por lo tanto cómplice de todo el Concejo Deliberante de Lomas, que sigue haciendo la vista gorda ante esta barbaridad.