Pocos días después de las Paso, la conducción celeste del Suteba local denunció la grave situación edilicia de las escuelas marplatenses. Luego del relevamiento de un centenar de establecimientos pudieron constatar que la falta de clases (promedio de 30 días por año) se asocia directamente a las críticas situación de infraestructura. Es al menos interesante escuchar esto de parte de quienes ningunearon e incluso apoyaron la criminalización de estudiantes y docentes que se manifestaron en mayo de este año, a través de la toma de más de veinte escuelas, por esta misma cuestión.

La preocupación parte de la misma agrupación que hace pocos meses retuvo la conducción del Suteba por escasos cien votos, y fue protagonista de la capitulación televisiva y el abandono del plan de lucha docente por romper el techo de las paritarias. En aquel momento llamaron a una tregua, culpando a Scioli. Hoy, lo acompañan en la lista oficialista y omiten plantear que el gobernador bonaerense fue y sigue siendo el mejor alumno de CFK en términos del ajuste a la educación. Que no sorprenda que en Octubre acompañen al Intendente de los especuladores inmobiliarios, Pulti, tal como ya hizo La Cámpora. El único planteo local de la Celeste para la educación refiere a mejorar los edificios escolares con el trabajo de las cooperativas de construcción sustentadas en trabajo fuera de convenio sustentado por el Estado.

Por otro lado, sostienen la necesidad de descentralización del Consejo Escolar. En un debate falso, pretenden autonomizar financieramente al Consejo, sin ningún propósito de democratizar su gestión, es decir, generar un nuevo caldo de negociados con la educación. El Partido Obrero y el Frente de Izquierda constituyen la única fuerza que propone una salida integral al problema educativo. La triplicación del presupuesto es necesaria en lo inmediato para poner en marcha un plan de obras para todos los establecimientos marplatenses. Rechazamos las leyes privatistas del menemismo y de CFK, y sostenemos la nacionalización del sistema educativo en todos sus aspectos. No queremos la descentralización del Consejo Escolar, que la gestión de los fondos y de las decisiones concernientes a la educación sean colocadas en las manos de representantes, electos y revocables de la comunidad educativa.